Bonhomía es el superlativo de la bondad humana. Acción y efecto del ser positivo y generoso. Altruismo que relumbra para engrandecer a quien actúa sobre la impronta de la magnanimidad sin cortapisas. Es asumir el destino desde la prospectiva de bien hacer y del mejor pensar para el beneficio de los demás. Significa dar de sí, antes que pensar en sí, para abrir puertas y descubrir nuevas rutas en el camino a la abundancia, en el escenario de la prosperidad. Es la apacible manifestación de la tranquilidad que emana de una vida que ha conquistado la paz y la buenaventura.
La belleza se parece mucho a la sonrisa de la vida. Cuando se presenta todo se torna placentero y feliz… es algarabía. Es la intensa manifestación de la gracia que nos saluda con la presencia de las cosas agradables a los sentidos y quizá esté lejos de la sola forma física. Siempre es armonía aun a pesar de los contrastes o lo grotesco. Es el máximo nivel estético cuando alcanza los valores de lo sublime y sintetiza la grandeza de la concepción y de la percepción de los productos culturales de la humanidad. Es la auténtica plenitud de los deseos.
Brillante es la ilusión que relumbra por su claridad y su calidad. Es el reflejo de la perfección como epifanía de la excelencia que ha vencido en la batalla de las artes y de las ciencias en la aventura del conocimiento humano acumulado Contiene el fulgor de la precisión y es sinónimo de exactitud calculada para deslumbrar los sentidos a través del juego inteligente y magnífico de las formas bajo la luz. Es atributo imperecedero de las joyas y de los objetos valiosos que se afanan por llamar la atención de la vista para seducirnos con sus encantos y resplandores.
El bienestar es la mayor aspiración que ha impulsado los esfuerzos humanos en la trayectoria de los discursos de la comodidad y, quizá, la principal motivación de la especie: buscar los mecanismos que nos conduzcan al mínimo esfuerzo con los máximos resultados. Es la conquista que ha logrado superar los estándares de calidad en lo relativo a las posesiones materiales para alcanzar altos niveles cuantitativos en la filosofía del tener para ser. Paradoja pura cuando se habla de calidad de vida sin excesivos recursos materiales y sí extraordinarias cualidades intelectuales o espirituales. Es, sencillamente, la traducción sofisticada de la flojera.
Bonanza se refiere a la consecuencia del bien actuar y reproduce el efecto positivo en el que las circunstancias son favorables para el desempeño personal que se expande al entorno de manera concéntrica. Es la confluencia de factores que permiten un conveniente estado de bienestar general que genera prosperidad constante y creciente. Significa el escenario de la buenaventura propicia para el crecimiento y el desarrollo basado en la confianza y las relaciones constructivas. Representa la multiplicación de los buenos deseos y la suma de voluntades en aras de conseguir la conquista del bien común sustentado en la idea de compartir.
JFA
Jorge Fernández Acosta