La gran mayoría de los políticos en campaña, se la pasan prometiendo obras y más obras, si son de relumbrón mejor; con una sonrisas y un fuerte abrazo los colonos salen convencidos que su candidato hará realidad su sueño, que al final resulta una quimera.
Si bien es cierto, que Torreón y todas las ciudades de la Región necesitan obras urbanas, también es más cierto que lo que más necesitan dichas ciudades, es mantenimiento de todo tipo, hidráulico, eléctrico, áreas verdes, nomenclatura, calles debidamente asfaltadas (parecen buñuelos navideños) con señalamientos obvios en las esquinas, así como líneas blancas o “cebras”, separación de carriles -iones- en las calles, semaforización sincronizada y visible, sin luces lagañosas donde uno adivina si está prendido o apagado el semáforo.
Si algún candidato en lugar de prometer obras y más obras, únicamente se compromete a dar debido mantenimiento a toda la ciudad, sin ser selectivo; pues cuando son obras ya terminadas, de algún partido antagónico las relega o hasta las olvida.
La infraestructura urbana no es propiedad de ningún partido o persona, pertenece a la ciudadanía, pues se financió con recursos públicos.
Imaginemos sólo por un breve momento, un Torreón sin obras de relumbrón, como el metro bus - pausado- el “indispensable” teleférico, el sv4c inconcluso, o el ficticio Sistema Vial Villa Florida svvf, aunado a una nómina obesa -más bien mórbida- del municipio; donde los recursos del erario se aplicarían 100% al mantenimiento de plazas públicas y áreas verdes para disfrutarlas y presumir a visitantes, sumado a calles y bulevares sin baches, donde de gusto transitarlas.
Incluyendo un centro histórico, con mantenimiento y seguridad de primera calidad, monitoreado con cámaras de vigilancia las 24 horas del día; y los edificios icónicos sean rescatados y habilitados para oficinas públicas Municipales, Estatales y Federales, invitando a la iniciativa privada a instalar oficinas y corporativos, más que comercio.
Es decir, el centro histórico no sólo es vida nocturna como bares y restaurantes, también requiere vida diurna de oficinas, bancos, museos, comercio bien establecido como el centro comercial de antaño, donde en el primer cuadro de la ciudad, de la Colón a la Múzquiz se encontraba todo lo indispensable.
Torreón está plagado de áreas de oportunidad, es decir, no requiere por lo pronto de más obras, lo que urge es mantenimiento urbano, limpieza en general, red de agua y drenaje, rescatar edificios antiguos, parques, alameda y bosque dignos, rehabilitar plazas como la del Eco, que más parece la del Eco… loco, hace dos años fue una plaza icónica.