Política

Decibeles en graduaciones y fiestas

  • Todoterreno
  • Decibeles en graduaciones y fiestas
  • Jorge Alonso Guerra

El límite de decibeles permitido en la ciudad, es de 68 en el día y 65 en la noche. (NOM-081-SEMARNAT-1994) Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el oído humano pude tolerar 55 decibeles sin ningún daño a su salud. Y dependiendo del tiempo de exposición, ruidos mayores a los 60 decibeles pueden provocarnos malestares físicos, como dolor de cabeza, taquicardias, agitación en la respiración, parpadeos acelerados y los músculos se pueden poner rígidos.

Cuando una persona se expone a más de 85 decibeles, por un tiempo prolongado (más de dos horas) pone en riesgo su salud. Para estas fechas, es muy común enterarnos de las graduaciones de jóvenes preparatorianos y de universidad, los cuales, después de la entrega de diplomas acuden a un salón de fiestas a celebrar con su familia e invitados.

En dichas festividades la mayoría de las veces es contratado un conjunto musical, mismo que trata de justificar sus honorarios, tocando todo el evento, y digo todo el evento, porque hasta a la hora de la cena siguen tocando, pero muchas veces la música sobrepasa los ¡¡¡100 decibeles!!! Y por obvias razones los familiares y amigos que asisten a la celebración se la pasan “pajareando” o en el celular.

Está más que claro, que en una festividad de esa naturaleza, los jóvenes van a bailar y a divertirse con el grupo musical. Pero por protocolo (reglamento) y sobre todo, por educación, se debe respetar la hora en que sirven la cena, para que los asistentes convivan, los cuales pueden tener varios meses o años de no saludarse y en dicha festividad es la oportunidad de platicar tranquilamente con sus invitados. Pero no solo reina una música ensordecedora a la hora de la cena, también utilizan reflectores muy potentes, que encandilan a los asistentes, pues algunos están fijos hacia las mesas y otros están oscilando, ocasionado molestias a la hora que sirven los alimentos, inhibiendo toda conversación.

Las autoridades competentes como SEMARNAT, Ecología municipal y protección civil, deben actuar en consecuencia, pues los ruidos estridentes es una forma de contaminar, poniendo en grave peligro la salud de los asistentes. Además de la contaminación sonora, está comprobado que en un evento musical, si los decibeles permitidos son rebasados es un detonante para iniciar pleitos o hasta batallas campales.


jorge_alonsoguerram@yahoo.com.mx

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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