En 1901, en un número de Ladies Home Journal, una revista que circuló en Estados Unidos durante 130 años, se publicó un artículo en el que se pronosticaba que un siglo más tarde, o sea hace veinticuatro años, las letras Q, C y X ya se habrían desechado, por obsoletas, del alfabeto. Si aquella loca predicción se hubiera cumplido, hoy los habitantes de Méio, de Erétaro y de Elaya cantaríamos, con el mismo entusiasmo, eso sí: “meianos al grito de guerra”.
En 1952, en el Congreso Internacional de Astronáutica, se habló de los viajes a Marte, cuando todavía nuestra especie no había llegado ni a la Luna. Entre todas las cosas que se dijeron se lanzó una predicción: que para principios del siglo XXI ya tendríamos colonias humanas en el planeta rojo, y un fluido intercambio de mercancías, con sus naves espaciales mercantes, entre un planeta y otro.
En 1964, después de visitar una feria en la que se exhibían las nuevas joyas de la tecnología de la época, el escritor Isaac Asimov, entusiasmado con lo que había visto, escribió un artículo en el que predecía que en el futuro, no demasiado remoto, sería común desplazarse en un coche volador, y la fecha que propuso para la consolidación de este hito de la industria automotriz fue el año 2014. Asimov murió en 1992 y de este dato sale una provechosa enseñanza: si vas a predecir cosas fabulosas, calcula que ya te hayas muerto cuando no sucedan.
En 1970, en un número de la revista Newsweek, se aventuró una predicción que nos invita, más allá del amargo negacionismo, a mirar con cautela las predicciones que se hacen hoy sobre el tema, espinoso y sin embargo urgente, del cambio climático. En ese artículo se anunciaba que para el año 2000 la temperatura promedio de nuestro planeta sería once grados más baja, y que esta circunstancia perjudicaría gravemente a la industria alimentaria, desquiciaría el ámbito energético y nos abocaría a una nueva edad del hielo. No sólo no acertaron, pasó precisamente lo contrario: hace ya un cuarto de siglo de la anunciada nueva edad y parece que cada año hace más calor.