Política

La dictadura sigue ahí

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  • Joel Ortega Juárez

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Hace poco más de 10 años conocí a Leopoldo López en Caracas. Desayunamos en su casa con su esposa Lilian Tintori, estaba amenazado por Hugo Chávez de anular sus derechos políticos para participar electoralmente. Era el temor a que su fuerza política en Caracas se expandiera por Venezuela.

Durante ese viaje también estuvimos en reuniones con otros integrantes de la oposición. Para mi sorpresa muchos procedían de las izquierdas radicales, incluso armadas de los años 60, entre ellos Teodoro Petkof, Américo Martín, la muy querida Soledad Bravo, el director del periódico El Nacional y por separado Douglas Bravo. También el líder estudiantil histórico Fredy Muñoz. En esos días había ocurrido una resistencia estudiantil y los movilizados fueron los estudiantes de la tradicional trinchera comunista, la Universidad Central de Venezuela.

Petkof decía que había que ser muy cuidadoso y entender que Chávez era capaz de rectificar, como acababa de ocurrir con una legislación universitaria que pretendía quitarles autonomía a las universidades públicas y ante el rechazo de los universitarios y de otros sectores de la sociedad, Chávez reculó.

Con cierta malicia Petkof, parecía advertirnos que podrían venir otros dirigentes peores, aún más autoritarios como ocurrió al morir Chávez y llegar a la Presidencia Nicolás Maduro.

Venezuela ha estado sometida a muchas rebeliones militares combinadas con levantamientos populares, como la del 23 de enero de 1958 que derrocó al dictador Marcos Pérez Jiménez, casi simultánea al derrocamiento de Fulgencio Batista por Fidel Castro y sus barbudos.

Tomó la Presidencia Rómulo Betancourt, adeco de Acción Democrática, un partido Social Demócrata, y la izquierda radical integrada por el Partido Comunista, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de fuerte inspiración castrista y otros grupos se levantaron en armas contra el presidente Betancourt y crearon las poderosas FALN, Fuerzas Armadas de Liberación Nacional, la “guerra” duró varios años, el último contingente armado fueron las guerrillas en el estado de Falcón comandadas por Douglas Bravo, antiguo militante del PC, quien permaneció en la montaña por décadas hasta que Fidel lo abandonó. En el ínter Douglas conoció a Hugo Chávez y lo “destinaron a penetrar las fuerzas armadas”, lo que hizo en compañía de otros cuadros del PC, entre ellos su hermano Adán y de ahí intentó el golpe de Estado, el 4 de febrero de 1992, que fracasó.

Después aprovechó el inmenso desprestigio de los adecos y los socialcristianos del COPEI y tras la caída de Carlos Andrés Pérez ganó ampliamente las elecciones, primero en 1998 y luego en 2000, 2006 y 2012 e instauró el llamado SOCIALISMO DEL SIGLO XXI.

Ese proyecto descansaba en el petróleo, al derrumbarse los precios internacionales, Venezuela entró a un proceso de desabasto y de paso dejó de surtir petróleo casi regalado a Cuba y a sus aliados.

Todo se agudizó con la muerte de Chávez. Desde 2014 existe una situación política muy polarizada en Venezuela. La oposición ganó las elecciones legislativas en diciembre de 2015 e inmediatamente Maduro desconoció al Parlamento y organizó unas elecciones fraudulentas el 20 de mayo de 2018.

La situación en Venezuela ha llegado a límites de crisis humanitaria, con millones de migrantes, hambre y represión sangrienta a las marchas.

Maduro debe irse ya.

joelortegajuarez@gmail.com

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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