Hoy quizá, como en ninguna otra época reciente, hay un viraje a la derecha.
En los lejanísimos días de finales de los 60, visitó México la señora Robinson, una brillante economista, dio una conferencia en la Escuela Nacional de Economía invitada por Ifigenia Martínez y un alumno le cuestionó por qué se había convertido a la izquierda. La señora Robinson le contestó: “Yo sigo siendo la misma, él que viró a la derecha es el mundo”.
Algo semejante está ocurriendo. Lo singular es que el viraje de hoy es de antiguos izquierdistas. Maduro en Venezuela ha llevado al país a una crisis humanitaria sin precedentes con casi 2 millones de refugiados en Ecuador, Brasil, Colombia y algunos miles en México. Con una inflación increíble de
un millón, con un desabasto terrible y con centenas de presos y muertos.
La tragedia en Nicaragua es similar. Centenares de estudiantes asesinados en las calles y en sus casas por la policía , el ejército y bandas paramilitares; por el “delito” de manifestarse contra el dictador Daniel Ortega y su siniestra mujer.
La situación en Siria es espeluznante, la dictadura seudosocialista y nacionalista casi acabó con el país. Millones de refugiados, otros tantos muertos.
Las transas y la corrupción de las “izquierdas” en Brasil, Argentina, Ecuador e incluso en Bolivia han llevado a la derecha a obtener victorias electorales contra esa “izquierda” nacionalista.
Nunca se justificó la política de convalidar a las dictaduras stalinistas en la URSS y los países bajo su influencia en el Este y el Centro de Europa ni los terribles crímenes del maoísmo en China y, menos aún, los de Pol Pot en Camboya, a nombre de la “defensa del socialismo” y contra las “amenazas” del imperialismo.
Hay “izquierdistas” que siguen defendiendo a la dinastía Kim Il-sun en Corea del Norte e incluso votan resoluciones en defensa de Ortega, en el Foro de Sao Paulo celebrado recientemente en La Habana, con asistencia de Morena.
No pocos “izquierdistas” castristas, maoístas y demás piensan que es “mejor la mano dura” en defensa del pueblo que las “libertades burguesas” en la prensa, la radio, la televisión y las redes. Muchos votaron por AMLO y Morena.
La libertad es sagrada.
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