Durante varios procesos electorales el hoy presidente López Obrador denunció fraude electoral en su contra por lo que una de las aspiraciones y de las propuestas más importantes de la 4T encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido el lograr consolidar en México una verdadera democracia. En este sentido el exitoso proceso electoral que se vivió el pasado domingo 6 fue el logro de este objetivo por parte de la 4T.
Innumerables veces hemos escuchado al presidente López Obrador narrarnos con emoción los esfuerzos, hazañas y sacrificios de Francisco I. Madero, apóstol de la democracia, quien escribía a su padre que por lograr imponer la democracia en México estaba dispuesto a perder toda su fortuna y su vida. Cuántas veces no ha expuesto en la mañanera el presidente López Obrador que el pensamiento democrático de Madero es una de las luces que lo guían en su gobierno y, emulando a Francisco I. Madero, escribió cartas a los gobernadores para vigilar el proceso electoral y garantizar la eficacia del voto de la ciudadanía.
Lo que sus críticos señalan como un fracaso de la 4T en realidad para el presidente López Obrador es un gran triunfo y significa el cumplimiento de uno de sus objetivos, garantizar la democracia en México.
Unas elecciones en donde el Estado no intervenga con entrega de despensas, embarazo de urnas, compras de casillas o de votos, manipulación de conciencias o manejo de voto corporativo, tan al estilo de los gobiernos anteriores en este país.
Así, el presidente López Obrador y la 4T, salen ganando cuando la gente puede votar libremente, cuando el resultado de la elección es el auténtico reflejo de la voluntad popular, aun y cuando en algunos casos ésta no les favorezca.
Es justo reconocerlo para que no suceda lo que aconteció con Francisco I. Madero, un hombre con el que los mexicanos de la época no supieron estar a la altura.
Felicidades por la pasada fiesta y celebración democrática en nuestro país. ¡Bien por la 4T!
Mtro. Jesús Torres Gómez