Política

Otro año en la “normalidad”

  • Los sonámbulos
  • Otro año en la “normalidad”
  • Jesús Delgado

En consonancia con la nada misteriosa pesadilla de los últimos 34 años, resumida en la ecuación: más neoliberalismo igual a pocos super-ricos y más miserables, el inicio del año 2017 es otro episodio de la narrateología del "evangelio de la prosperidad" y su abultada cuota de sufrientes. La cadena "coherente" de sucesos muestra que ni la mentira ha progresado y sigue envuelta en sus harapos, esto es, que los hechos la desmienten.

El alza a las gasolinas responde a la Reforma Energética (solo adelantaron la liberación de precios para no incendiarse en enero del electoral año 2018 y ganar algo de tiempo para procurar la desmemoria) y, principalmente, a la necesidad de contar con recursos ante los amagos de "prestamistas" (los mismos que cobran con otra mano, especulan y no pagan impuestos) de no seguir "subsidiando" al gobierno, por lo elevado de la deuda.

En efecto, la deuda creció más de 50 por ciento en lo que va del sexenio debido a desvíos, despilfarros y golpes especulativos, y sin que se haya invertido en algo productivo se pasó de 6.2 billones en 2012 a más de 9.5 billones de pesos en 2016 (más del 50 por ciento del PIB; tan solo de intereses pagarán unos 568 mil 197.4 millones de pesos en 2017, según Hacienda).

Por eso el desesperado gasolinazo, que generó malestar pero permitió destellos de "anarquía controlada" para sofocarlo (de algo han de servir disparos de arma de fuego en despliegues policiacos teatrales ante rapiñas igualmente teatralizadas), en un "drama" en el que solo faltó que los políticos se sumaran a las marchas de protesta en su contra por los aumentos que ellos aprobaron (a la Abdalá Bucaram, de los años 90) y reforzar el tono de "solidaridad y comprensión" de su discurso.

La situación ha dado pie a acusaciones de cuasi-idiotas contra aquellos que, dicen, no captan la esencia felizmente progresista del "libre mercado" pues, aseguran, es menos peor que un Estado -gobierno- que todo subsidia.

Cierto, "papá gobierno" -vía dinero de los contribuyentes, no de políticos ni empresarios- es un "ogro terrible", promotor de holgazanería y grosero "pordioserismo", por eso habría que apoyar a los sacerdotes hayekianos en su misión y apresurar el fin de lo que queda del "Estado Benefactor":

Si hay que dejar de subsidiar a minorías con mayores ingresos -el caso de las gasolinas es eso, afirman- algo similar debe suceder con el Fobaproa (hoy IPAB), un insultante subsidio ("rescate bancario") que va para dos décadas de sangrar millonariamente al erario, al cual hay que sumar otros "rescates" (carreteros, cañeros, etc.) y deudas de pensiones de Pemex y de la CFE que los legisladores convirtieron en públicas.

(Al final esto no beneficiará a las familias pues si algo sobra es innovación para el fraude y el saqueo, pero al menos se cumplirá el sueño de los profetas de la falsedad verdadera: no más "Estado Benefactor").

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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