En vísperas del Quinto Informe de Gobierno, en otros sexenios estatales el desgaste del gobernador en turno era tal que, después de cumplir con el requisito legal ante el Congreso, se consideraba como el último acto público relevante del mandatario.
Si nos remontamos cuatro sexenios atrás, Sócrates Rizzo ni siquiera tuvo Quinto Informe, porque para estas alturas ya había pedido licencia en abril de 1996 y el gobernador sustituto, Benjamín Clariond, perseguía sin piedad a medio gabinete estatal, a un ex rector y a un cuñado de Rizzo.
El siguiente, primer panista gobernador, Fernando Canales, se desgastó para el quinto año, presa de su insensibilidad; si bien tuvo un manejo ordenado de las finanzas, el malestar social era evidente.
Canales les decía en sus giras a los productores agrícolas o pequeños empresarios que le pedían apoyo que mejor cambiaran de giro. Mentalidad gerencial, la bautizó Luis Eugenio Todd, quien fue su contendiente en 1997 por el Partido del Trabajo, hoy compañero de página en MILENIO.
Quinto año de Canales, en 2002, Mauricio Fernández, el más fuerte aspirante del PAN a la gubernatura se alzó con la candidatura y en enero de 2003 logró que el presidente Vicente Fox se llevara a Canales al gabinete federal para que “no le estorbara” en su campaña. Ni así le alcanzó para ganarle al priista Natividad González Parás.
Hoy que corre el quinto año de Jaime Rodríguez, la contingencia obligada por el covid-19 lo ha fortalecido, apoyado en su secretario de Salud, Manuel de la O, quien ha demostrado en cuatro meses aptitudes, habilidades y capacidades que no había dejado ver en cuatro años, no porque no las tuviera, sino porque el renglón sanitario no brilla en tiempos ordinarios.
Estamos en lo más álgido de la pandemia y la Suprema Corte de Justicia de la Nación definirá hoy lo que se supone será una reposición del proceso para sancionar a Jaime Rodríguez por un delito electoral.
Nadie en su sano juicio, ni siquiera el senador Samuel García, promotor de la sanción, desea que el titular del Ejecutivo se vaya en este momento.
Paradojas de la política: el mismo virus que mata, fortaleció al gobernador de Nuevo León en su quinto año de gobierno.
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