Política

“Ni rateros, ni huevones ni pendejos”

Escuchar audio
00:00 / 00:00
audio-waveform
volumen-full volumen-medium volumen-low volumen-mute
Escuchar audio
00:00 / 00:00

Pues es la verdad, la verdad, la verdad, con todo lo que se ha invertido, con eso de que echaron casa por la ventana, con todo el pancho que desataron con el ungimiento de Xóchitl, primera reina del dedazo, como candidata presidencial de la oposición, el show de El Ángel de la Independencia estuvo fundamentalmente furris. 

Uno esperaba más arrebato, más locura, gelatinas para todos, huipiles por doquier, una multitud desatada y loca a favor de su salvadora, reunidos todos alrededor del insigne Gran Hermano Claudio XXX González, pero no. No se aparecieron los declinantes, esa estirpe de personajes olvidados, abandonados, peluseados (salvo Creel que se siente el príncipe consorte), esos que cedieron la plaza, aunque tenga mucha botarga que le pisen. No hubo show, no hubo escándalo, no hubo rabietas ni locura como se hubiera esperado, y lo único que quedó fue un espectáculo de micheladas y traiciones (lo mejor, Álvarez y Guasa vestido de la Pantera Rosa, como dice Pedro Miguel), ningún tipo de historia resonante, ni heroísmos ni sudoraciones.

La llamada Marea Rosa de ayer fue una pálida sombra de otros momentos de mayor gloria, cuando defendían al inane INE que no se tocaba. Y a capa y espada le rendían culto a su entonces champion, mi Tatankita Córdova, ahora más olvidado que Ricardito Anaya.

Fue buena idea la de tratar de opacar lo del Tren Maya (que para su mala suerte o era un simulador) con lo de la toma de San Lázaro y luego el numerazo de Reforma, pero más parecía que se estaban arrebatando pasteles en el Costco. 

Pues ahí estaban los xochitrolls, los xochibots y los xochijéiters transformados en furiosas ardillas que buscaban denostar, en el peor estilo de Calderón el shits de tequila, al tren que recogía asombros en su recorrido.

Al estar desprovistos de rumbo y certidumbre, está como de pensarse lo que se viene: una noche oscura para el sector opositors, carente de plan y plagado de resentimiento social y mensajes encontrados. 

En un rito como de la CTM, elevaron a una candidata aparentemente trotskista, con limitadas preocupaciones sociales, convertida plenamente en una sombra de sí misma, atormentada por un pasado de tráfico de influencias y aferrada a su curul a veinte uñas.

Con las cultas y elegantes maneras que la caracterizan, Lady X tiene su lema para los actos anticipados de post campaña: “Ni huevones, ni rateros, ni pendejos”. 

O sea, de su campaña no va a quedar nadie para apagar la luz.

Google news logo
Síguenos en
Jairo Calixto Albarrán
  • Jairo Calixto Albarrán
  • jairo.calixto@milenio.com
  • Periodista producto de un extraño experimento cultural-social-educativo marxista, rockero, populachero, libresco y televisionudo / Escribe de lunes a viernes su columna "Política cero"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.