Con tal de rebasar por la ultraderecha a Germy Martínez y a Álvarez Y Guasa que sacaron a pasear en el Senado su vena más supercalifragilísticamente calderónica para no ser menos que el Show de Terror de Lilly, Charly Loret de Mola anunció oooootraaaaaa revelación con la que esperaba terminar de tumbar a la Cuarta transformeichon. Si lo de la telenovela de Florence Cassez (producida en coautoría con García Luna Productions) superó el nivel de La rosa de Guadalúmpen, lo de los Guacaleaks fue una maravilla que casi empata por su consistencia periodística colmada de inferencias e intuiciones y ningún dato a El rey del cash. Pero nada supera esto de exigir que se detengan las prensas porque descubrió que a lo mejor, en un arrebato malvado, un hijo de López Obrador tal vez, y si gana México en el Mundial, a lo mejor, quién sabe, posiblemente, quisiera ser candidato presidencial para el año mil ocho mil. ¡Ni Kapuscinski, papá!
Digo, nadie va a negar que lo de Loret es su lucha por conseguir la noble aspiración de que regresen los tiempos idílicos de la Dictadura perfecta, es admirable. Lamentablemente sus denodados esfuerzos —dignos de mejores causas— no da pie con bola. Y es que en su odio y su rencor, dominado por la rabia lillytellesca, se le olvida siempre un pequeño detalle, como a muchos de su estirpe kukluxpanista: hacer periodismo. Es lo malo de estudiar en las Academias Dresser & Peniley.
Por más que alegue y por más que nos duela a su fanaticada, Mr. Latinus no ha logrado su cometido, y por su actitud e inteligencia emocional no sabes si es Loret, Fox, Ferriz o Pedrito Sola. O sea, qué le costaba preparar bien su narrativa con la lucidez de Sammy García y su lógica de “Esos OXXOs no se tocan, basta ya de tonterías”; reproducir las habilidades sintácticas y semánticas que Claudio XXX demuestra en cada paso tuitero que da; o rendirle un muy sentido homenaje a la profundidad ideológica, emocional, pedagógica y ética de Zambranititito y Markititititito, ah, no, eso ya lo hizo, perdón.
Qué padre la entrevista de mi Charly con Krauze al que, gracias a sus preguntas a modo del tipo Javier Duarte (¿Verdad, Enrique, que eres un genio y un humanista y que según tu experta opinión, verdad que hay que acabar con la Cuatroté llena de comunistas, pinochetistas y espías al servicio de Vladimir Putin?), logró que el comandante de la Operación Balín alcanzara la estatura intelectual de Alititito Moreno.
¡Enhorabuena!
Jairo Calixto Albarránjairo.calixto@milenio.com
@jairocalixto