Ahora que Claudia Sheinbaum llega al 59% de aprobación en encuestas, debe ser muy difícil estar en el cuarto de Guerra de Claudio XXX y Max Cortázar (que dadas las estrategias patulecas, cualquiera diría que la verdadera eminencia gris ahí es el Travieso Arce asesorado por el Huero Castañeda), tratando de ganar aunque sea dos puntitos, virgencita plis.
Gastaron millones de dólares en Trollcenters con mala ortografía para sostener etiquetas chafas, inventaron relaciones con el narco que no existen (el verdadero ligue con el narco es García Luna Productions y el expresichente Jelipillo), hicieron que Loret se convirtiera en María la del barrio, sacaron del sarcófago a Zedillo, llevaron a Calderón a que pergeñara más y peores fake news (ahí está la más reciente sobre un supuesto atentado contra Anabel Hernández que nunca jamás existió como la refinería del Calderas), han tratado de convertir a Xóchitl Gálvez en estadista y ha resultado muy poco lista. Recurrieron a Lorenzo Córdova nada más para que hiciera el ridi, poniendo en entredicho las elecciones cuando su campeona va perdiendo por siete a cero; buscaron el apoyo en Estados Unidos y quedaron cual entreguistas al Tío Sam; se fueron a rogarle apoyo a Vargas Llosa y se desprestigiaron más; se empeñaron en reforzar una guerra sucia, muy sucia y lo único que han conseguido irse abajo hasta abajototota en las encuestas.
Mucha frustración, por eso los imagino en el cuarto de máquinas del Titanic, buscando una fórmula mágica basada en hechos nada reales, para acabar con su odiado AMLO.
El sector opositors desde su torpeza infinita, ha hecho de todo y sin medida basados en la máxima de Rivapalacio de que la verdad es irrelevante y en la tesis fundamental de Alazraki y los paleros de Alazraki de que mentir es el camino. Sin embargo, se han negado a hacer lo que tenían que haber hecho desde el principio: un programa, un plan, unas propuestas, algunas tesis leves, aunque sea sobre lo que quieren para México. Si su propuesta, como es evidente, es armar una venta de garage igualito que Salinas, pues que lo digan, pero ni eso.
Ahora deben estar fraguando de qué más culpar a López Obrador: que es el verdadero líder de Hamas, que instruyó al juez Martínez Videla para que liberara a un violador de niños, que por su culpa perdió Napoleón en Waterloo, que Claudia es un títere de AMLO… ah, no eso ya lo dicen con la misoginia por delante.
Mucho chuchinero y lo que falta.
