Estaba yo tratando de superar el rompimiento de Kim Kardashian y Kanye West, que solo puede ser comparado con el fin de Lucerito y Mijares, cuando me entero de que el Six por México, el Tumor y Va por México anuncian a través de la voz meliflua de Markititititititito Cortés que le abrirán las puertas a todos aquellos morenistas resentidos que no alcanzaron una candidatura. Eso, por supuesto, podría ser tomado como un acto de apertura democrática, nada oportunista ni desesperado, pero hay registro de que estas organizaciones se han cansado de asegurar que los de Morena antes que nada son nacos y fundamentalmente pendejos.
Ayer mismo, en uno de sus típicos tuits que incluyen risas grabadas, Claudio X. González aseguró que Morena y quienes ahí participan son un peligro para la humanidad en su conjunto, carecen de planes, estructura e ideología. Esto tiene su gracia viniendo de un magnate que es tan pobre que no tiene más que dinero, y que entre compra y renta de candidatos y partidos podría haber invertido en hospitales contra el coronavirus, para que no se viera tan torcida la cosa. Aún así, suena un poquito extraño que de pronto recule y haga una invitación abierta a su orgía política Covid para toda esa escoria que hasta hace muy poco le generaba vómitos.
De plano ya dio de baja el letrero de Nos Reservamos el Derecho de Admisión y al chico rato hasta va a querer sonsacar al Noroñas.
En tiempos electorales todo se vale, pero esto sí parece más bajo que las campañas de Alazraki y pueden desatar fenómenos harto circenses. En el programa radial Los Periodistas en La Octava, Álvaro Delgado y Alejandro Páez Varela entrevistaron a Cristóbal Arias, aspirante a la candidatura de Morena en Michoacán, que está tan triste, ojeroso, cansado y sin ilusiones por no haber conseguido su propósito que, en venganza, sería capaz de aceptar irse al “PRIAN-RD”, dándole la espalda a una vida política que tampoco es como para hacer una serie en Netflix, pero sí cercana a la izquierda y los movimientos sociales.
¡Ay qué pesado, qué pesado, siempre dándole en la torre a su pasado!
Y así veremos a varios.
No seré el Brujo Mayor, pero después de leer mi bola de cristal, tengo la impresión que el batidillo partidario del Brody Equis González —que es como el senador Palpatine de Star Wars al servicio del Imperio diciendo I love democracy— terminará siendo más autodestructivo, perverso y violento que el divorcio de Kim vs. Kanye.
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