Y para la sección “Ay dolor ya me volviste a dar”, unos segundones de la comunicación se lamentaban amarga, dramática y llorosamente por la venta del avión presidencial. Una cosa tan telenovelera que estos personajes que no sabrían diferenciar entre Cuautitlán y Tayikistán, y que a pesar de su zalamería calderónica-peñista nunca fueron convocados a echarse un pomo como a Verástegui o a darse unos sprints en la caminadora, cantaban la de “espera, aún la nave del olvido no ha partido, no condenemos al olvido lo robado, digo, lo viajado”.
Una cosa, la verdad, tan cursi, que pensé que con el ChikiliQuadri, Kinky Téllez, la Rabadán y Markitititito Cortés iban a organizar una expedición punitiva a Dushambé, la capital tayica, a rescatar el ex avión presidencial y convertirlo en departamentos chuecos de interés sensual del Cártel Inmobiliario del PAN. No sin antes bautizarla “Christian Von Roehrich, hazme un hijo”. Aunque era pocos pero precarios, se veían bien entusiastas los panistas defendiendo a su campeón alegando que se trata de una persecución política (¿qué, hay de otras?), que quieren que sea un juez el que decida destino (preferentemente la señora presidenta Piña) y que todo sea conforme a derecho grita Santiago PRIL. Claro, como si los afectados de esas transas inmobiliarias panistas no hubieran aportado suficientes pruebas y testimonios. Grita el panismo “Si nos tocan a uno, nos tocan a todos”, deben querer una orgía tipo “¡Ánimo, Montana!”.
Lamentablemente la oposición no tiene tiempo para estas cosas porque está muy apurada tratando de convertir a la candidata del Grupo Atracomucho, Alejandra del Moral (que cree que la moral es un árbol que da moras) en una política de alto nivel, pero nada más no se deja. Ni porque en el debate le echó la manota Ana Paula Ordorica (Alito Moreno se habría visto menos tendencioso como moderador), la pobre nomás no repunta, pero solo a ella se le ocurre dejarse apoyar por Margarita Zavala que trae encima todo el mercurio retrógrada. Cuando puso un tuit haciendo un recuento de todo lo que regresaría su nada candidota candidata (a la que se le acaban de encontrar más propiedades que al nopal), la gente le respondía que mejor regresaran todo lo que se robaron, no se vale. Me dicen que el América ya quiere que Ana Pau sea la árbitro del VAR en sus partidos de la Liguilla.
Pobrecitos, me dicen que cuando el ex avión presidencial despegue con rumbo a Takiyistán tendrá en su fuselaje un letrero dirigido al sector opositors: “Me ves y sufres”.
