Cuando tienes un líder como Gilberto Lozano que vive en el ácido y la euforia anticomunista es difícil que sea capaz de generar verdaderos planes que no terminen en un sonoro y ridículo fracaso. Para que la buena gente alivianada, serena y open mind de Frenaaa, que ya se ha comprobado varias veces que no saben cuándo frenar, pudiera aspirar a juntar 150 mil personas en el Zócalo capitalino para conseguir la caída del dictador que es tan canalla y cuya dictadura es una dictadura participativa, tenía antes que conseguir por lo menos un millón de amigos y así más fuerte poder cantar.
De otra forma estaba muy difícil lograr el tan ansiado cometido, cuando apenas cuentas con algunos conocidos de camión, los compañeros de la logia, los amigos del KKK y el papá de Loret que no es exactamente el Rey del barrio, y si el otro que te apoya, Francisco Martín Moreno, acaba de perder una buena cantidad de adeptos por expeler con ojos desgobernados que si por él fuera mataría a todos los de Morena (curioso que un Moreno quiera acabar con los de Morena, vaya contrasentido) en el programa de Pedro Ferriz que no junta cuates ni para un equipo de panbol, pues estás amolado.
Y por eso te pasa lo que te pasa. Anuncias que vas a traer chorromil personas y en realidad luego luego te das cuenta de que hay más personas chachareando en el tianguis de la La Raza o San Felipe, y que buena cantidad de ellos no son adeptos sino vendedores ambulantes, vienevienes y curiosos que tenían algo de morbo por conocer a ultraderechosos de catálogo.
Quizá hubieran convocado a un bonche más si hubieran llegado a la movilización los anorkos-anorkos que suelen aportar caos y desorden a las marchas feministas, del 2 de octubre o de Ayotzinapa, pero que curiosamente no pasaron a saludar con sus capuchas negras y ni a echar desmadre hiperviolento como acostumbran.
¡Qué raro, si van a todas!
Y lo peor es que hasta Pedro Ferriz y su querubín seguían neceando que había doscientos mil frenáapteros, pero luego luego les comenzaron a decir que solo si los hubiera contado el INE, que si estaban incluyendo a las fotocopias de Margarita y los bots y jeiters del expresichente Jelipillo, e incluso les pusieron la señal de Webcams México donde se podía constatar que no reunieron banda ni para un clásico Atlas-Necaxa.
Amigos de Frenaaa, pues a juntar ese millón de amigos, que ya van bien, llevan diez mil, que ya falta menos que al principio.
jairo.calixto@milenio.com
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