La neta, no se sabe qué es peor, si ser patrocinador de la selección mexicana de fútbol o patrocinador del PRI y el PAN. De qué diantres te serviría patrocinar una marca que no tiene resultados, carece de credibilidad, que no genera más que desprecio y frustración, y que te somete a una terapia de humillación frente a la sociedad en su conjunto.
En todo caso, si yo fuera patrocinador, me dedicaría a empujar las luchas en lodo de la oposición, que son más divertidas y atractivas que toda la campaña de la señora del huipil. Y todo frente a las cámaras y micrófonos de Alazraki TV, donde se han transmitido los momentos más mediocres, fakenewseros y telenoveleros ejercicios de humor involuntario de la derecha nacional.
Ayer pudimos presenciar dos peleas que ya hubiera querido tener Don King: máscara contra cabellera, a dos de tres madrizas sin límite de tiempo, en esta esquina, con no menos que ochocientos kilos de fachismo y leperadas gachas, Javier Lozano, ¡el #SacoDePus! Y en esta otra, con chorromil kilos de mentiras, oprobios y atracos en despoblado, ¡el muy poquita cosa de Markitititito Cortés! Se dieron hasta la cubeta defendiendo a seres nada fantásticos, melifluos, dudosos, comecuandohay y profundamente retardatarios, el expresichente Jelipillo, García Luna Productions y Chepina Vázquez Mota, con una pasión digna de mejores causas.
Lozano se fue contra Markitititito por ser el peor presichente del PAN, rodeado de maleantes y jijos del maíz; Cortés atacó al Saco de pus con una patada voladora sobre don Genaro y su relación con el Calderas, mientras defendía a la Chepina, que es más indefendible que doña Bertha que ya bailó las calmadas. ¡Lozano se fue a la yugular y Marko le respondió que estaba resentido porque no le dieron una pluri! ¡Tome, perro, su birote!
Las hostilidades siguieron en el Twitter donde el CaldeRón acusó a Markititito de haber secuestrado al PAN (¿y tú qué horas traes, papá?) y de marginar a un tal Triana, cuya trayectoria es peor que la de Mikel Arriola en la Femexfut. Marko, con jabs bien puestos, le recordó a Jelipe que siempre se ha hecho pato con lo de García Luna y que después de su gestión Acción Nacional se fue ALV electoral.
¿Ya les dije que me gustan los finales felices? La ultraderecha autodestruyéndose al grito de guerra. La carita triste de la Pagés-Aristegui es de campeonato.
Después de esto me conformo con que Sergio Mayer no haga estriptis en su curul, virgencita, plis.