En el PAN hace mucho que se acabaron las de por sí muy escasas vacas sagradas que tenían y solo les quedan ahí un montón de personajillos del montón que ni de lejos podría llenar los zapatos de Gómez Morín o de Castillo Peraza. Y si Markitititito Cortés, Jojojojorgito Robero de Terrenos, Xóchitl Gálvez, la Rabadán, Kinky Téllez, los hermanos Zavala y Perico Chöring son de muy baja catego, Anayita es todavía más pior porque se cree el muy muy pero hace ver a los del #Cartel InmobiliarioDelPAN como gente sencillita y carismática.
Ricardo Anaya, dicho por el propio Calderón (ahí están los videos), es un vivales de dudosa categoría moral que tiene cero talento para la trascendencia más allá del meme, que siempre ha estado rodeado de escándalos de corrupción. Y a pesar de su aparente locuacidad es una serpiente que se muerde su propia cola.
Y quizá lo más deleznable de Ricky Riquín Canallín es que nunca se hace cargo ni de sus decisiones ni de sus abusos, siempre escurre el bulto. Todo es culpa de los otros, él es bueno, santo y puro, es un perseguido político y vístima triunfante.
Y claro, su Alzheimer selectivo lo lleva a asegurar que él nunca huyó de la justicia ni se escondió en su caserón en Estados Unidos ni regresó a México hasta que tuvo fuero. Seguro olvidó que a su esposa le encontraron cuatro empresas factureras.
En una entrevista con Denise Maerker, habló sobre el relanzamiento del PAN, de que no necesitan al PRI para sobrevivir, que siempre le dio asquito esa alianza, pero todo se valía si trataba de acabar con el comunismo de Morena. Pero ahora se sienten empoderados (algo muy extraño porque se les ve cualquier cosa, sobre todo la decadencia, pero lo empoderados no se les nota), y volvieron al panismo primigenio y se pusieron más homofóbicos que Verástegui.
Eso sí, el propio Ricardito reconoce que, si las cosas no salen bien y aunque hayan despreciado a Alitititito Moreno, podrían volver a perderle el asco e ir en coalición con el PRIcámbrico. Una cosa muy marxista, pero de Groucho, que decía con sorna: “Si no les gustan mis principios, aquí tengo otros”.
La cosa es que más allá de la peregrina idea de acabar con Morena, la Opo carece de una propuesta de país. Están pior que el imitador del Perro Guarumo, que quiere ser presichente sin pagar impuestos.
Dice la Rabadán que la presidenta Sheinbaum está muy preocupada por el relanzamiento del PAN. O sea, sería más preocupante si en vez de rifar iPhones rifaran a Caldedrunk. No se rían.