Con notables esfuerzos y valentía, Ricardo Anaya deja su zona de confort en Atlanta para al fin conocer el país que aspira a gobernar. Eso es admirable, que un hombre de su categoría moral e intelectual, pudiendo vivir como pachá del milagro de la reproducción de las naves industriales, salga todos los días a darse baños de pueblo pues para que lo conozcan y sepan que es de carne y hueso, y que no está hecho de cables, circuitos y conexiones como muchos dicen. Sin embargo, se me hace muy mala onda que lo expongan a que algunos resentidos sociales, temiendo que les quisiera dar baje a sus carteras, le puedan caer encima como en aquella combi diabólica.
O sea, la neta es que no es lo suyo juntarse con el popolo pero hay que aplaudirle el esfuerzo que le pone a este reality show, a pesar de que de volada siente que los mexicanos no son de la estatura de su vida. Y no lo son. Él no tendría que andar pasando estas penurias, no vaya a ser que al rato lo veamos echándose unos tacos de “cochinada”, trepado en un chimeco, investigando si en efecto existe la cajita feliz del metro, todo con esa actitud aventurera de quien va a la KidZania del lumpen proletariado sin cabeza. Aunque todo está más arreglado que las peleas del Canelo, sí se nota que mi Ricky se siente como un unicornio en la Central de Abastos.
Y la cosa es, ¿cuántos votos le conseguirán estos viajes mágicos y misteriosos? Más allá de las cuentas alegres que debe estar haciendo, a lo sumo unos 25, cuando mucho 28 si contamos a los despistados que lo confundieron con Julio Regalado y algún promotor del Atalaya. Si lo confunden con un cobrador de Coppel, ya se amoló.
Quizá sea el momento de ir por otra estrategia que no sea copiar la de AMLO y comenzar por deslindarse de la Reforma energética de mi licenciado Peña que fue un atraco en despoblado, darle la vuelta al subjefe Diego que es su padrinito, y ya en la onda parricida salir públicamente a decir que se avergüenza de los bisnes turbios del ex presichente Jelipillo con Odebrecht, Iberdrola, OHL y Repsol, que dejaron a Pemex peor de como tiene Colmenares a la ASF.
Hasta podría agregar, para que el Canayín se ganara el aplauso del público conocedor y algo de rating electoral, que, aunque los opositores más rabiositos insistan que hay que superar ese desfalco energético, la veldá es muy difícil de olvidar chingo mil millones de dólares así nada más.
Ni que fueran baba de perico.
jairo.calixto@milenio.com
@jairocalixto
