No sé quién está asesorando a Ricardo Anaya, pero lo que queda de manifiesto es que debe ser uno de sus peores enemigos. O sea, hasta parecía un homenaje a Chucky, el muñeco diabólico, en su versión más contenida. Y es que sus videos te hacen extrañar los videofilmes de los hermanos Almada, y cualquiera diría que lo que se busca es ponerse al nivel de los tuits del expresichente Fox donde demuestra sin tapujos que su mayor enemigo no es el comunismo, sino la ortografía.
En un alarde de imaginación repite la fórmula de cuando salía tocando la guitarra con el niño Yawi, destruía el sonido de la flauta de pan (y del Ku Klux PAN también), hacía yoga solo para desprestigiar al yoga, y boxeaba sintiéndose el Canelo aunque más bien parecía homenaje a Kahwagi. Esta vez salió a presumir que leyó las chorromil cajas llenas de documentos que le mandaron de la FGR en 35 minutos sin pestañear, tratando de demostrar que los corruptos de la Cuatroté solo lo querían marear con tanto papeleo. O sea, si esa era la idea, echarle más agua a la olla de frijoles de la autocomplacencia, por lo menos se hubiera calzado una bata de satén para parecerse más a Mauricio Garcés, aunque esté más cercano a Gordolfo Gelatino.
Así, hasta la desgraciada, Laura Bozzo, con todo y su carrito changüichero que anda empujando mientras huye luego de ser condecorada con una ficha roja de la Interpol, es más simpática que Anaya. Bueno, hasta la señora Ayuso, que es la Lilli Ledy Téllez del Partido Popular en España (que es como el PRIANChu pero sin el inútil de Markititititiito Cortés), tratando de contradecir al papa Francisco en su carta de disculpas al pueblo mexicano por lo manchada que resultó la evangelización (alega que el indigenismo es el nuevo comunismo en la Iberosfera que es bien mamilósfera), resulta menos desagradable que Ricky Riquín en su rol de neuras circunspecto. Aunque sea conocido fakeminista, mejor hubiera salido a apoyar a las mujeres que tomaron el Paseo de la Reforma para exigir el #AbortoLegalYa.
Como quiera que sea, hay que reconocer que en su nueva producción, donde anuncia que se trata de una serie de chingo mil capítulos como la serie de las marías de Thalía, podría competir con La casa de papel y Juego de Tronos. Sobre todo cuando Anaya comienza con una frase pa´l pediatra y el siquiatra: “Mira, la verdad yo nunca fui el más simpático de la escuela, pero sí el más matado”.
¡Exorcícenle el pazuzu!
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