Los opositores siguen instalados en el melodrama reguetonero como era de esperarse. La peor oposición de la historia, provista de la peor candidata que pudieron haber elegido, apoyados por el sector intelectual más rancio y artrítico y la fuerza mediática más obtusa, andaban buscando una derrota de tintes bíblicos. Se debe sentir muy gacho que los nacos, los ignorantes, los miserables, les hayan metido una madriza electoral ejemplar.
Y también es absolutamente lógico que ante sus estrategias de odio y rencor, sin un ápice de inteligencia emocional y de la otra, tenga a la oposición, haciéndose una pregunta inquietante: ¿por qué si somos tan estéticamente superiores e infinitamente más educados, guapos y chipocludos, hemos perdido? Es lo malo de no tener sentido de la autocrítica y de chapotear sin cesar en una autocomplacencia y un narcisismo absolutamente maniacos, imposibilitados para seguir ejerciendo la padroterapia intensiva.
Se le dijo a Claudio XXX, en tiempo y forma, que la mentira, las informaciones falsas, la narrativa histérica y paranoica, los iba a llevar al infierno pero no quiso escuchar. Los defensores de la libertad no entienden por qué sus insultos, diatribas torcidas y sus fake news no funcionaron. Loret, Brozo, Dresser, Castañeda, Suckerman, los paleros de Alazraki, Zapata, Loaeza y Schettino nunca pensaron que con sus discursos violentos y engañosos, se iban a llevar entre las patas a su propia fanaticada que hoy debe odiarlos por haberlos timado con la lógica Massive Caller. Gente que debe estarle haciendo vudú a Krauze, Chumel Torres, Marko Cortés, Alito Moreno y los Chuchos del PRD en extinción, por atracarlos con esa idea falsa de que con arrogancia y nula empatía podían tener una esperanza en las urnas.
Toda esa inversión en xochitrolls, xochitbots y xochijéiters, intelectuales de bajo nivel, sirvió para ni una maldita cosa. Claudio debería de correrlos a todos, dejarlos sin apapachos y con mucha hambre de sed, y luego correrse así mismo por lángaro.
En lugar de votos lo único que produjo el PRIANChu fueron risas, memes y burlas. Bueno, hasta los abandonó la ministra Piña que ahora quiere una relación tersa con Claudia Sheinbaum en un ejercicio de sobrevivencia. Ha de haber sentido gacho doña Bertha, cuando Biden y demás líderes del mundo libre saludaban a Claudia Sheinbaum, luego de intentar que los embajadores no reconocieran el triunfo de la candidata de Morena. No se rían.