Con el cierre de la gestión del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el arribo de Donald Trump, comenzará una guerra de descalificaciones y amenazas contra los migrantes, entre ellos, los mexicanos y los poblanos.
A partir del 20 de enero de este año, Trump comenzará con una gestión que seguirá los mismos principios de su primera etapa como mandatario: discursos contra los indocumentados y acciones llamativas como la ampliación del muro fronterizo con México.
De la misma forma, las medidas de deportación aumentarán y se ofrecerán premios a los gobernadores que apoyen las acciones federales en contra de brindar opciones de trabajo a quienes carezcan de “papeles”. Los mandatarios de estados como California, no se sumarán a los llamados del gobierno de Trump y se colocarán como santuarios para los migrantes. En tanto, los gobernadores que simpatizan con el
Por ahora, se registra un aumento de los flujos de migrantes provenientes en su mayoría de Centroamérica y Sudamérica que pasan por territorio mexicano y que ocupan rutas que pasan por el estado de Puebla hacia la frontera norte.
Al mismo tiempo, de manera silenciosa, desde el inicio de este año, creció la salida de poblanos hacia territorio norteamericano. Los interesados en cumplir el llamado “sueño americano” saben que las medidas contra los migrantes crecerán en el inicio de la segunda gestión de Trump.
A pesar del panorama, los migrantes poblanos mantienen la esperanza de que la tormenta de amenazas pase, es decir, que todo se quede en discursos y en acciones específicas de deportación.
De acuerdo con datos de la Fundación Pies Secos, en Estados Unidos viven cerca de cuatro millones de poblanos, de los cuales, más de 650 mil carecen de documentos y serán quienes corran el mayor riesgo ante las políticas que implemente Donald Trump.
En la primera gestión de Trump de 2017 a 2021, se decía que lo peor que le podría pasar a la comunidad migrante era la reelección del presidente de Estados Unidos. El 20 de enero comenzará el segundo periodo del miembro del partido Republicano y, pese a todo, se mantiene una esperanza de que los paisanos resistirán los embates que están por llegar.
