Tal vez la única persona que no se ha dado cuenta del papelote que está haciendo es flor silvestre. Todos lo comentan, inclusive aquellos que se dejaron llevar por la exaltación que provocó la hidalguense cuando de la nada apareció en escena montada en bicicleta, y sin tener la menor idea del galimatías en que se metía sin preparación alguna para la presidencia.
A flor no le ha costado trabajo enseñar el cobre debido a su personalidad rústica. Sus probabilidades de llegar a la grande fueron una quimera. Las encuestas cotidianas lo comprueban.
Aun habiéndose desecho de su huipil, flor sigue siendo la misma mujer burda de siempre. Aprovechándose de su supina ignorancia, los que la lanzaron le hicieron caer en el garlito. La engatusaron, con el objetivo de garantizarse ellos un puesto en el gobierno para continuar viviendo del presupuesto. Así son estos picaros.
Con un cinismo abrumador, los prianistas se repartieron con la cuchara grande las pluris en la Cámara de Diputados y en el Senado de la república, Todos son pillos reciclados. Debo admitir que también hay féminas que tienen las mismas inclinaciones, les gusta el enriquecimiento fácil. Ellos y ellas conforman esa gavilla de saqueadores.
Varios de los integrantes de ese impresentable grupo tienen investigaciones abiertas, algunos están acusados de lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y otros delitos de diferente índole. Por eso, quienes tienen pendientes con la justicia les urge un puesto en las cámaras para que sean intocables merced al fuero que obtendrán como diputados o senadores pluris.
Para adjudicarse los puestos deseados y continuar con sus fechorías ni el tal Alito Moreno, ni el tal Marko Cortés, consultaron a flor silvestre, simplemente no le tomaron parecer aun cuando supuestamente ella es la jefa de ese desacreditado clan.
Me reservo los nombres de los integrantes del clan que representa el verdadero rostro del PRI y del PAN. Debido a su reciente agandalle en las cámaras, todo México sabe quiénes son esos ellos y ellas. ¿Qué futuro puede tener flor silvestre manejando —si acaso tuviera el talento para hacerlo— los destinos de México? Antes que nada tendría que quitarse de encima ese lastre. Ya lo advirtió ella, no aceptará en su gobierno ni güevones, ni corruptos, ni pendejos. En un hipotético caso de que llegara a la grande, sin ellos se quedaría sola.
Colofón
Pobre flor que se dejó engañar. Como la inocente palomita del día de los inocentes.
