Existen desorientados que suponen que para alcanzar un objetivo basta con buena voluntad. Otros creen que con rezos pueden lograrlo. Equivocadamente algunos asumen que es un asunto de suerte; pues NO, para lograr cualquier objetivo, sea político, empresarial, social… se requiere de un profundo análisis para determinar la planificación estratégica del objetivo a alcanzar. El aspecto analítico de la planificación estratégica exige trabajo profesional a fondo.
La ausencia de estrategia política de los “asesores” de flor silvestre para posicionarla en un plano competitivo es evidente. Sin estrategia la flor se marchita: “la mitad de la población nacional no me conoce”, ha dicho.
En política el concepto planificación estratégica es la guía de acciones que deben implementarse para darle a una campaña el enfoque adecuado. La planificación estratégica no solo consiste en derrotar oponentes, debe, además, plantear propuestas realistas a los electores para convencerlos. Sus ocurrencias, albures, chistoretes y leperadas salen sobrando.
En la reciente encuesta de El Economista elaborada por Mitofsky, Claudia muestra una ventaja de 24 puntos en la preferencia electoral. Mitofsky encuestó a mil 600 ciudadanos con la siguiente pregunta: si ahora fueran las elecciones para presidenta, ¿por cuál candidata votarían? De los mil 600 encuestados 56.5% contestó que lo harían por Claudia. Por flor silvestre solo el 32%.
Al hablar de partidos, los resultados apuntan que 47.7% prefieren a Morena, y 27% al autodenominado FAM.
Hace una semana El Universal llevó a cabo una encuesta que coloca a Claudia 30 puntos arriba de flor silvestre. No me preocupan las encuestas, dijo flor, “son propaganda, esto apenas empieza”. Tiene razón,el fin de su derrota ya empezó. Los tres partidos que la presionaron para postularse a la presidencia la han abandonado a su suerte. Qué podría esperarse de individuos tan devaluados como Alejandro Moreno, motejado Alito, PRI. Marko Cortés, PAN. Y Jesús Zambrano, PRD. Precedidos por su deteriorada fama. De Claudio Jr., comisionado de la oligarquía y patrón de ellos, luego hablamos.
Colofón
Flor silvestre supone que alcanzar la presidencia de la república es un asunto de ocurrencias. No senadora, la presidencia es un asunto serio. La mayoría de los mexicanos (incluidas las féminas) no se identifican con su estilo corriente. Debe modificar su actitud arrabalera si quiere construir una imagen digna que corresponda al alto cargo que pretende. ¿O, no?
