Debido al borlote que ha generado el surgimiento de la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz como precandidata “indígena” a la presidencia, supuse que investigando su genealogía podría encontrar su origen indígena que tanto pondera.
El apellido Gálvez se compone de dos elementos: “Gonzalo”, nombre personal, se cree que deriva del visigodo “Gundersaelf”. En cuanto a Ruiz, es un patronímico derivado del nombre Rui o Ruy, no existen registros de cómo se originó. Ambos apellidos son netamente españoles.
A Nueva España llegaron los apellidos: Hernández, Martínez, González, Enríquez, Sánchez… Somos millones los mexicanos que tenemos apellidos españoles. También hay mexicanos con apellidos originarios de otras naciones.
Después de 502 años de la caída de Tenochtitlán, el orgullo indigenista está latente. Un claro ejemplo es que aún conservamos tradiciones y practicas culinarias y religiosas; además de nombres y apellidos originarios.
En náhuatl y en maya son los apellidos más comunes, prevalecen a pesar del tiempo. Apellidos náhuatl: Cotzomi, Huelitl, Malinalxóchitl, Ocelotl, Popoca, Moctezuma… Apellidos mayas: Becab, Aké, Canul, Cauich,Huchim, Xiu, Kantún… Estos y muchos más perduran entre numerosas familias mexicanas.
Con excepción de Benito Juárez y Porfirio Díaz, no hemos tenido otros presidentes de origen indígena; aunque ni Juárez ni Díaz ostentaron apellidos originarios, su ascendencia oaxaqueña de pura cepa era innegable.
En estos álgidos momentos políticos, a ese Frankestein autonombrado Franke Amplio por México le cayó del cielo la senadora. Ella, a pesar de sus nulas posibilidades de llegar a la presidencia, la han sobrevaluado. La oligarquía que no sabía para dónde voltear, hoy la aclama.
En sus recientes apariciones Xóchitl se ve diferente, su “maquillaje” a base de photoshop es muy obvio. Es otra Xóchitl. Cuantos más afeites le agreguen más falsearán de su verdadera identidad. A ese paso la van a transformar en una muñequita Barbie.
Colofón
En aquellos años de recurrentes fraudes electorales instrumentados por el partido que durante 70 años consecutivos nos saqueó, cientos de electores votaban por Cantinflas debido a su profusa difusión. Algo parecido podría suceder con la señora Gálvez, “salvadora” del autonombrado Franke Amplio por México. Ese es el riesgo de irse con la finta. ¿Será la euforia? No se descarta la posibilidad de que algunas señoras fifí la tilden de india pata rajada.
