Siendo Empresario PYME me siento en la imperiosa necesidad de, además de cuidarme y cuidar a mi familia de algún contagio del coronavirus, también poderte transmitir un mensaje de aprendizaje que, espero que cuando lo estés leyendo, ya la crisis sanitaria haya pasado y estemos ya ejecutando como empresarios o emprendedores en dirigir esfuerzos a fin de revertir la caída en tus ventas, baja en producción y por lo tanto tu descalabro financiero.
Sin embargo, no todo debemos verlo como el episodio negro en nuestra generación, y reflexionemos aún más en la frase de Einstein respecto a la crisis:
“No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo.
La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. ... Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía”.
Por eso, quiero entregarte las principales enseñanzas derivadas del COVID-19:
1. Tiempo para Convivir con la Familia y reevaluar las necesidades de este mercado: Para ninguno de nosotros esta cuarentena tuvo sabor a vacaciones no se hicieron planes, paseos a la playa o incluso al Mall.
Una mujer por Facebook expreso: “Jamás estuvimos juntos 24 horas ni una semana”.
Casada hace casi 18 años, entre risas, comenta:
“Para mí esto es una prueba de familia. Si pasamos una cuarentena es porque estábamos destinados a estar juntos, así que a verle el lado amable”.
Aprendimos a ser creativos, pacientes y tolerantes con los hijos, los abuelos y en general con las personas que ocasionalmente no le dábamos el valor y esencialmente a conocernos.
Si eres empresario y no solo te dedicaste a quejarte o verle el lado negativo, seguramente aprendiste que no es solo venderle a un “segmento” sino, que a partir de hoy tendremos un mercado compuesto por varias personas y, que a partir de hoy identificamos que no existen tantos productos para familias como videojuegos o apps que además de generar entretenimiento, refuercen valores.
Los restaurantes tendrán la oportunidad de sumar a sus menús paquetes familiares reales, no solo en tamaño sino en una combinación de productos que además de sanos, sean divertidos para los niños, adolescentes, adultos mayores y adultos contemporáneos.