Signo inequívoco de progreso y capitalismo en las grandes metrópolis son los negocios temáticos; estos son, empresas con un tema específico que tiene un mercado considerable, cautivo y por lo general muy redituable.
En este espacio se ha hablado por ejemplo de la Gatería, negocio cuyo giro es tomar un café y un pastel acompañado de felinos en su hábitat y convivencia tumultuaria.
Se acompaña aparte de la posibilidad de adoptar un gatito, el de conseguir alimento o utensilios que usamos los que tenemos ese tipo de mascota.
Todo gira en rededor de los gatos: esta es una empresa temática.
Ahora gracias al cine, podemos encontrar varios rubros de negocios que tienen un tema específico y con el mercado con la capacidad económica de consumir el bien o el servicio que es el objeto de la explotación.
Un ejemplo universal es la película Parque Jurásico, donde una especie de zoológico fantástico de dinosaurios se ubicó en una isla, aunado a un centro de diversiones y objetos que completaban el concepto.
Otro ejemplo de este tipo de empresas son los lugares donde el tópico principal son personajes de películas o historietas como las de Harry Potter, Los Vengadores de Marvel, o La Guerra de las Galaxias.
Cuando entramos a esos negocios, primero están adornados con muñecos, disfraces, pósters, colecciones de juguetes y demás artilugios ad hoc a los participantes y a la historia según la que se trate.
Los baños de los clientes están ambientados con dichos atractivos y nos venden comida con nombres de la historia, bebidas como se usan en el filme y demás mercancía que nos venden con relación a tal o cuál personaje.
¿Y esos negocios son buenos o malos?
Son empresas, al fin de cuentas, y ofrecen sus productos con la finalidad de tener utilidad.
Entonces es libre mercado, y quien se sienta identificado con la adquisición de dichos bienes y servicios y tiene la capacidad de adquirirlos, bienvenido.
En la zona sur de Tamaulipas son contados ese tipo de negocios, por lo que aún es un mercado por explotar.