Del 18 al 24 de noviembre se celebra la Semana Mundial de Concientización sobre la Resistencia a los Antimicrobianos, bajo el lema “Actuar ahora: protejamos nuestro presente, aseguremos nuestro futuro”. ¿Por qué es urgente detener esta amenaza?
La Organización Mundial de la Salud advierte que la resistencia a los antimicrobianos (RAM) podría causar 39 millones de muertes en 25 años. La RAM afecta a personas, animales, plantas y al ambiente, y ocurre cuando bacterias y otros gérmenes dañinos dejan de responder a medicamentos como los antibióticos. Esto hace que las infecciones sean más difíciles de tratar, costosas y mortales.
El principal factor que impulsa el aumento de la RAM es el uso excesivo e inadecuado de antibióticos en humanos, animales y cultivos agrícolas. Actualmente, el 73% de estos fármacos se utiliza en la ganadería y, a pesar de los compromisos internacionales para reducir su uso, se prevé un incremento del 30% en los próximos 15 años debido a la creciente demanda de carne. En humanos, el consumo excesivo de antibióticos es común, sobre todo en países con sistemas de salud deficientes, donde la falta de diagnósticos precisos conduce a un uso inapropiado.
Ante este panorama, es fundamental apoyar la investigación científica y tecnológica para comprender mejor la RAM y acelerar el desarrollo de nuevos tratamientos. Aunque crear nuevos antibióticos es vital, su desarrollo avanza lentamente debido a la escasez de financiamiento y a la baja rentabilidad para las empresas, causada por la rápida aparición de RAM.
Por ello, la ciencia explora soluciones innovadoras como medicamentos basados en recetas ancestrales (antibióticos antiguos); terapias con fagos (virus que atacan bacterias); tratamientos antivirulencia, que bloquean la capacidad de los microrganismos para causar daño; y el uso de inteligencia artificial para diseñar fármacos o descubrir moléculas antibacterianas en organismos extintos.
Para vencer la RAM, gobiernos, industria y sociedad debemos actuar juntos, promoviendo el uso responsable de los antimicrobianos, facilitando el acceso a diagnósticos y tratamientos. Aún estamos a tiempo de comprometernos con el uso adecuado y responsable de estos medicamentos para proteger la salud presente y futura.