Quienes hacen ejercicio buscando mejorar o mantener la salud saben que también es necesario tener una alimentación saludable, aunque esto no lo garantice.
Una alimentación sana permite por un lado que nuestro organismo funcione con normalidad, que cubra nuestras necesidades fisiológicas básicas, y por otro, reduce el riesgo de padecer enfermedades a corto y largo plazo.
Pero no todo depende de la alimentación saludable.
Científicamente se sabe que los microorganismos que habitan en nuestros intestinos juegan un papel importante en la salud, influyendo en forma beneficiosa en la salud o aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades como la obesidad, la diabetes tipo 2 y cardiopatías, entre muchas otras enfermedades. Estos microorganismos, popularmente son conocidos como la flora intestinal, dependen en gran medida, de lo que comemos.
Expertos en nutrición han encontrado que las dietas ricas en alimentos integrales y nutrientes facilita el crecimiento de florabacteriana que favorece a la salud.
Por el contrario, una dieta a base de alimentos altamente procesados, con azúcares agregados, sal y otros aditivos, permiten el desarrollo de microbios intestinales relacionados con enfermedades cardiovasculares y metabólicas.
Dado que no existe una dieta única que funcione para todos, se ha demostrado que algunos alimentos son mejores para la salud que otros, al igual que las personas pueden tener respuestas metabólicas diferentes a los mismos alimentos, mediadas en parte por los tipos de microbios que residen en sus intestinos.
Investigadores han relacionado la flora intestinal con una amplia gama de factores que influyen en el metabolismo y el riesgo de enfermedad, concluyendo que la genética desempeña solo un rol menor en la configuración de la flora intestinal de cada persona. En estudios se ha encontrado que gemelos idénticos compartían solo el 34 por ciento de los mismos microbios intestinales, mientras que personas no emparentadas, con dietas similares, compartían aproximadamente el 30 por ciento de los mismos microorganismos.
Esto fortalece la teoría de que la flora intestinal está influenciada primordialmente por el tipo de alimentación.
Se cree que, haciendo pequeños cambios en la alimentación, las personas pueden tener un gran impacto en su salud. De hecho, investigadores buscan una cura para la obesidad mediante la modificación de la flora intestinal. El ejercicio adecuado y practicado regularmente acompañado de una dieta saludable son el binomio que nos brinda la posibilidad de mantenernos sanos y de gran ayuda para mejorar la salud.
Los microorganismos de tus intestinos le hablan a tu cerebro. Los científicos están tratando de saber lo que le están diciendo.
dr.ignaciocardona@gmail.com