Nuestra sociedad está llena de sorpresas digitales, cuya tendencia caduca muy poco tiempo después de que se hicieron del dominio público. Hoy tenemos tantas opciones mediáticas al alcance que la capacidad de asombro va decreciendo al ver constantemente nuevas noticias, mames, memes, videos y fotos de cualquier tema. Un TT (trending topic) en Twitter —es decir, el tema de conversación ubicado por palabras o frases que pueden o no contener un #Hashtag—, si alcanza una duración de 3 días, es una eternidad; en 24 horas se mueve muchísimo el ranking de tendencias, porque cada segundo aparece algo mejor.
Hoy, para impactar, necesitas de verdad ser diferente, atreverte a mostrar cosas que no se hayan visto antes, que nadie haya pensado. Puedes preguntarte si tienes la capacidad de crear algo desde cero, y la respuesta será siempre que sí, de eso y mucho más, pero tienes que atreverte a experimentarlo y darle continuidad a tu idea. No siempre a la primera sale todo; el rechazo a lo nuevo es una constante que vas a encontrar en un gran sector de tus consumidores, compañeros o superiores, pero tienes que convencer de que hay más puertas para lograr el éxito: solo es cuestión de moldear la llave que las abra.
Empezar desde cero no es el fin del mundo; es mejor no tener una referencia que haya triunfado en el ámbito en que incursionas porque, al final del día, quien pega primero pega dos veces.
Para sorprender hoy no debes hacer más de lo mismo. Tu reloj de arena, llamado inmediatez, será letal y, si no quieres pasar al olvido con un buen material en el time line, más te vale publicarlo como nadie espera. Y si la riegas, pues vuelves a empezar.