Política

La agenda urgente de la oposición

Escuchar audio
00:00 / 00:00
audio-waveform
volumen-full volumen-medium volumen-low volumen-mute
Escuchar audio
00:00 / 00:00

El segundo informe de López Obrador nos presentó un México al borde de la felicidad gracias a su gobierno mágico y misterioso: los casi 60 mil asesinatos de su sexenio no importan porque ya hay Estado de derecho y además se acabaron las masacres; la pandemia nos ha hecho los mandados, pues ya mero llega la vacuna que será gratuita y universal, aunque se haya alcanzado la catastrófica cifra de 67 mil muertos; la crisis económica, con su millón y medio de desempleados, doce millones de pobres extras y decenas de miles de empresas quebradas, quedará atrás en muy poco tiempo y hasta patentará la política que permitirá recuperarse en solo un año. Y eso que apenas cumplió 95 de sus 100 compromisos.

Preocupa que esa narrativa cínica y fantasiosa del país sea la dominante. A los seguidores del Presidente no parece importarles la escasísima veracidad del discurso presidencial. No hay ninguna otra que se le acerque en regularidad, consistencia, presencia en los medios. Hay mucha crítica al Presidente, pero tiene alcance limitado y además está más centrada en la persona presidencial y en el análisis de sus políticas y menos en una propuesta alterna a la 4T; el único futuro es el que todos los días nos receta en las mañaneras. Y para completar el panorama, no hay en la oposición liderazgos ni voceros con credibilidad y autoridad que le permitiera a esa propuesta y a su narrativa competir con las de López Obrador.

El problema de este desbalance es que se acercan los procesos electorales de 2021 y no obstante que las diversas crisis que afectan a la sociedad son factores que beneficiarían a la oposición, ésta no parece estar haciendo lo necesario para aprovechar ese contexto adverso a la 4T. Si los partidos opositores no quieren que el tráiler que les pasó por encima en 2018 se haga en reversa para rematarlos en junio próximo, tienen una agenda urgente y obvia, de sentido común.

Primero, aliarse entre ellos, dejando a un lado algunos intereses particulares legítimos, en aras de un bien común de los partidos (fortalecerse en el Congreso y en los estados, de manera que puedan enfrentar con mayor poder a Morena en 2024) y del país (frenar el autoritarismo del Presidente y el grave deterioro de las condiciones que posibilitan elecciones equitativas y competitivas). Si los dirigentes de los partidos y los gobernadores de oposición dejan a un lado egos y ambiciones desmedidas, podrán hacer juntos un ejercicio de ingeniería política que alinee la mayor parte de sus intereses particulares con los intereses comunes y los del país: defender la democracia.

Segundo, tienen que construir una alianza con la sociedad civil para que ésta aporte recursos, candidatos atractivos, ideas, propuestas, imagen y credibilidad frente a los electores y los partidos pongan además de candidatos, sus estructuras territoriales y su experiencia electoral. Solo una coalición partidista y social tendrá oportunidad de vencer a Morena.

Tercera tarea urgente: construir la propuesta alterna, viable y creíble de país y una narrativa inteligente (que apele a razones, pero también a emociones) que la comunique de manera atractiva a la mayoría de los ciudadanos. No se trata de una coalición anti-López Obrador, sino de construir una alternativa política, programática y organizativa para que una democracia revisada y mejorada le pueda dar al país lo que no le aportó después del 2000 y que lo que queda de ella no sea destruida por la 4T.

Google news logo
Síguenos en
Guillermo Valdés Castellanos
  • Guillermo Valdés Castellanos
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.