Entre la salida forzosa del rector de la UAT, Guillermo Mendoza Cavazos, que a todas luces provino de la presión del Gobierno de Tamaulipas, que solo lo vio como una imposición del anterior gobernador.
Y, por otra parte, de la actividad política que se incrementa todos los días, primero al interior de los partidos por la batalla por obtener una candidatura y, por otro lado, el inicio de las precampañas por la Presidencia de la República, la semana ha sido muy movida.
Hay que recordar que el rector saliente fue el que manejó las finanzas de la máxima casa de estudios en la última década y donde permitió muchas irregularidades que se descubrieron en las diversas auditorías realizadas.
Sin duda, el presupuesto nada despreciable de la Universidad despertó muchos los intereses de algunos funcionarios ambiciosos.
Pero también otros, los menos, se dieron a la tarea de recuperar la auténtica vocación de esta institución de enseñanza superior, aplicando sus valores de “Verdad, Belleza y Probidad”.
La salida por la puerta trasera del CP Guillermo Mendoza se veía venir desde que llegó el nuevo gobierno a Tamaulipas y la pérdida de confianza del padrino de lujo que tenía cerca de AMLO, un general muy conocido en el ámbito de la inteligencia nacional.
Por ello, al interior de la Alma Mater surgieron voces que exigieron con mano firme y sin quitar el dedo del renglón, que el señor rector tenía que dejar el máximo puesto universitario.
Aunque Cd. Victoria ya arde entre política y UAT, este viernes deberá sesionar la asamblea universitaria, donde se dará a conocer la renuncia del rector y la designación de quien lo releve en el cargo.
Y si el rector quedó a deber, eso lo tendrán que demostrar sus acusadores y el Poder Judicial, si así se diera el caso, por denuncias penales concretas que podrían venirse en cascada contra él y algunos de sus colaboradores.
¿Qué le depara a la UAT? Al momento de escribir suenan como prospectos a rector interino por dos años, Dámaso Anaya, ex director de la Facultad de Veterinaria.
Norma Angelica Pedraza Melo, contralora estatal; Fernando Arizpe García, ex secretario general de la UAT; y Ricardo Guerrero Morales, jefe de la Oficina del Gobernador.
