Cultura

Longanimidad a la vista

Misteriosa es la cepa del idioma y más, creo yo, de nuestro hermoso idioma, recipiente de tantos influjos y heredero de una tradición mayúscula y, si me apuran, mayestática. 

Releí, por ejemplo, a propósito de mi curso en la Universidad Iberoamericana Ciudad de León, abreviada como Ibero-León, las odas de Neruda y me retuvo una vez más su “Oda al diccionario”. 

La había leído en mi tránsito por Madrid en la Universidad Complutense, en el curso que impartió mi llorado maestro Luis Sáinz de Medrano Arce. ¡Uf! No reparé en la retranca irónica de ese pasaje donde dice: “Captura Capucete Capuchina/Caprario Captatorio”. 

¡Wow! La galopante C iniciática y los crípticos sentidos: Capucete: arrojarse de cabeza al agua para bañarse; caprario: relativo a las cabras; captatorio: que capta. 

¡Epa! Puede uno pasar días, semanas, meses, años, lustros, décadas sin desentrañar el sentido de una palabra. 

Pongo un ejemplo reciente. Escuché al azar (y entre dos amargas copas) la palabra “Longanimidad”. 

Y yo que, como dijo Alejandro González Acosta, soy un lancero tenaz del idioma puse mi cara de ¿what? Y sí: 

longanimidad es la virtud que consiste, como dice María Moliner, en soportar con entereza de ánimo las adversidades o las ofensas. 

Me confieso fervoroso longánimo. Me doblo, pero no me quiebro. 

El palindrómico Severo revéS de la existencia no me arredra: longanimidad ante el malhadado Covid 19 y longanimidad ante el carácter impredecible de la vida humana. ¡Ea!

Google news logo
Síguenos en
Gilberto Prado Galán
  • Gilberto Prado Galán
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.