Gil meditaba: la concentración del domingo pasado ha puesto a temblar al menos a la candidata Brugada, pues tal vez perderá la ciudad en 2024. Por diosito bimbo. Sin que sonara, Gamés oyó además de las voces contra Liópez, un grito en la ciudad. Mala cosa para Brugada. Uffa, la va a perder.
Sin novedad en el frente: el presidente Liópez se pronunció en contra de la marcha en defensa de la democracia. Ah, la mañanera, ese abuso al que este gobierno ha sometido a la nación. Desde su conferencia, o misa de siete, el mandatario (a Gil le gusta escribir mandatario) criticó a los dirigentes partidistas de oposición que convocaron a movilizarse, entre otros lugares, en el Zócalo, lo cual desde luego es una mentira.
Por piedad, oigan esto, sí óiganlo: “Antes el gobierno estaba al servicio de una mafia. Por eso también son las protestas, los enojos, como la manifestación de ayer, porque los que estaban antes, ya sea en el gobierno o ya sea los que se beneficiaban con la corrupción están inconformes y quieren regresar y yo también quiero que regresen pero lo que se robaron”.
Gil ríe: sí, Gamés asistió a la marcha porque quiere dinero, y si puede ser dinero sucio, mejor, porque Gilga es corrupto. ¿Contento, Presidente? Gil nunca pensó que llegaríamos a este delirio. En palabras del president (así sin e), los organizadores de la marcha (entre ellos 200 organizaciones civiles) “ahora se disfrazan de demócratas”, a pesar de que en el pasado habían atentado contra la voluntad popular. Puras mortificaciones: ¿otra vez? Pero si usted es el Presidente de la República, ya hizo y deshizo hasta donde pudo, ¿qué más? Ni la tía Eduviges arreglaría este lío. Y te metes a tu casa porque la señora del 3 ya se quejó de tus escándalos.
El president: “dicen ‘vamos a defender nuestra democracia’ ¿Cuál es la democracia de ellos? Pues la que funciona nada más como parapeto, cuando en realidad lo que había era el dominio de una oligarquía corrupta, el gobierno de una minoría de los ricos”. Válgame la virgen, ¿una minoría de ricos eligió a Liópez?
Al revés
Por esto, el mandatario consideró que ahora se vive en “un mundo al revés” donde, dijo, quienes antes eran cómplices del fraude electoral ahora se vuelven defensores de la democracia. Es decir, todos los asistentes a la concentración del domingo, no pongamos números, son cómplices de quién sabe qué fraude electoral. Pues la verdad eran muchos, Liópez, ¿no importa? “Esos que fueron ayer se hacían de la vista gorda cuando los fraudes electorales, firmaban desplegados. Se robaron la elección cuando el ingeniero Cárdenas, porque no ganó Salinas, se robaron la elección cuando impusieron a Felipe Calderón estos mismos, Krauze hasta firmó de que la elección había sido limpia, y fueron operadores del fraude electoral”. ¡Chispas! ¿Todo eso hicieron los que asistieron a la concentración? Ya en serio, ¿al presidente se le zafó un tornillo?
Esto que Gil transcribirá a continuación de verdad pinta de cuerpo entero al Presidente: “¿Cuál es el Dios de Krauze?, el dinero; ¿cuál es el Dios de X González?, el dinero, puro corrupto, pero vivimos en un país libre, que sigan”.
El daño
La verdad es que Gil considera que la concentración sí le pegó fuerte a la psique de Liópez, quien también se refirió al uso de recursos públicos para compra de voto, sin aportar pruebas, al mencionar que antes se entregaban despensas durante la campaña. ¿Hay un psiquiatra entre ustedes? “Dinero en efectivo, materiales de construcción, por los votos, solo en los tiempos de elecciones iban a ver a la gente. Luego que ya se apoderaban de los votos, traficando con la pobreza de la gente, con la manipulación en los medios de información (…) porque se sienten superiores, ese es su problema, para ellos la política es asunto de los políticos. No, el pueblo es sabio y la política es asunto de todos. Cuando empiecen a respetar al pueblo les va a ir mejor, pero se niegan a eso, es una élite, entonces se divorcian del pueblo, se sienten superiores, por eso ofenden al pueblo”.
Un grito desgarrador hizo añicos el silencio del amplísimo estudio: ay, mis hijoos, locos y ciegos.
Todo es muy raro, caracho, como diría Séneca: “Nadie puede llevar por mucho tiempo el disfraz”.
Gil s’en va
