Una pregunta importante: ¿Rosario Robles es un chivo respiratorio? Qué difícil. Unos dicen que es una presa política, lo cual es sin duda; otros afirman que en complicidad con Zebadúa inventó la estafa maestra, lo cual parece cierto, Dios de bondad. Repantigado en el mullido sillón del amplísmo estudio, Gil releyó: “Así que arrepentíos y convertíos para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de consuelo”. Aigoeei. El que oculta sus pecados no prosperará, mas el que los confiese y se aparte alcanzará misericordia.
Ya con la misericordia en brazos, Gil meditaba: estos son los lingüistas del futuro. Por lo demás, Gamés presencia sus pecados y espanta a los del porvenir. Algunos empresarios de quienes no sabremos su nombre, se han arrepentido, cuenta el Presidente, por oponerse a la reforma eléctrica. Gilga se arrepiente como los empresarios mexicanos, faltaba más. Y de rodillas implora algo, lo que sea.
Una nota de Manuel Espino en su periódico El Universal informa que “un juez federal rechazó frenar el decreto emitido en noviembre por el presidente Liópez Obrador, en el que declaró las obras y proyectos de seguridad nacional”.
“El titular del Juzgado Segundo del Distrito de Amparo y Juicios Federales en el estado de Querétaro negó la suspensión provisional en un juicio de amparo promovido contra la expedición del acuerdo en el Diario Oficial de la Federación (…) A finales de noviembre, el promovente recurrió a la protección de la justicia contra esta medida administrativa, con el argumento de que el decreto presidencial es violatorio de los artículos constitucionales 1,6, 25, 73 fracciones XXIX. (…)”.
El pasado jueves, el juez admitió a trámite la demanda de garantías; sin embargo, ese mismo día negó al promovente la suspensión provisional de los actos reclamados que a continuación se señalan: “La expedición del Acuerdo por el que se instruye a las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal a realizar las acciones que se indican, en relación con los proyectos y obras del Gobierno de México considerados de interés público y seguridad nacional, así como prioritarios y estratégicos para el desarrollo nacional”.
Todo este rollo casi incomprensible vino a parar en un hecho extraordinario. Gil lo leyó en su periódico El Universal: “La Suprema Corte de Justicia de la Nación frenó los efectos del acuerdo publicado por el Ejecutivo federal para blindar la reserva de información relacionada con las obras prioritarias impulsadas por el Presidente”. Tremendo madrazo, oh, sí. No deja de ser motivo de optimismo que la división de poderes exista. Menos mal que mal y mal. El Presidente está que trina y en la mañanera le dará dos cachetadas a la Suprema Corte, ni modo. Mientras tanto en Perú, altos funcionarios mexicanos enseñan a los peruanos a regalar dinero y crear una base social, les enseñan a mentir, a desinformar, va bien Gil o se regresa.
Refuerzo
Gil asistió puntual a la vacuna de refuerzo contra el covid. La primera vacuna lo mando a la cama con una reacción de padre y señor nuestro; la segunda, le hizo los mandados; ¿que ocurrirá ahora? Mientras Gamés escribe estas líneas el miedo lo domina. ¿habrá fiebre, dolor de huesos, tristeza inexplicable, impedimentos psíquicos, ojos enceguecidos por la irritación, pies sin fuerza para trasportar al cuerpo? Gil espera como un soldado en su trinchera.
Todo es muy raro, caracho, como diría Baruch Spinoza: “No me arrepiento de nada. El que se arrepiente de lo que ha hecho es doblemente miserable”.
Gabinete de curiosidades
Chivo expiatorio: tal como aparece en el Levítico, unos de los libros del Pentateuco en el Antiguo Testamento, los judíos llamaban Chivo expiatorio, o Chivo emisario al chivo sobre el que el Sumo Sacerdote hacía recaer todos los pecados de Israel, antes de enviarlo con el nombre de Azazel al desierto, donde se le dejaba libre para que muriera de hambre y sed.
Se dice de la persona que paga por todas las culpas cometidas por otros, y además es hecha responsable de las desgracias de los demás.
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