Política

Slim: pobre hombre rico

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Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil recogió pedazos de la interminable conferencia del ingeniero Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo. Dice el magnate que no ha sido beneficiado por el gobierno del presidente Liópez y subrayó que Telmex “ya no es negocio” porque lleva diez años “en números rojos”. ¡Números rojos! Canastos, pues se la chuparon hasta el filtro. ¿Y qué hacemos, le prestamos dinero para que recupere la empresa que le entregaron en aquellos años hombres tan pobres y modestos como usted? ¿Gamés tiene su dinerito, ingeniero, le interesa? Gilga quisiera enumerar algunas de las empresas de Slim que no están en números rojos, pero sólo Dios sabe y los administradores del ingeniero. La verdad, ¿no es un poco demasiado que el ingeniero diga que la empresa que fue la plataforma de su gran fortuna está quebrada? Anjá. El ingeniero Slim: quiero decir cosas, pero sin decirlas, sobre todo si el sexenio termina. Ah, qué valentía. A ocho meses de que Liópez termine su presidencia, Slim dice que se le ha dado mucho al Ejército. De acuerdo al mil por ciento, ingeniero, pero se tardó usted cinco años en dar esa opinión. Es que de veras.

Óiganlo: “Telmex ya no sigue siendo un negocio. (…) Está en números rojos desde hace 10 años”. Dueño de una fortuna valorada en más de 100 mil millones de dólares, durante una poco habitual conferencia de prensa en la sede del Grupo Financiero Inbursa en la Ciudad de México, Slim dijo estas y otras cosas plenas de sentido.

Ahora que está en números rojos, Slim, siempre patriota, afirmó que no pensaba vender la empresa de telecomunicaciones ya que debe ser una empresa mexicana. Abrazos patrióticos. “Ya les dije a mis hijos que no la pueden vender (Telmex), no es un negocio ya, pero no la vamos a vender”. Bien hecho, ingeniero: no se vende y no se vende y no se vende, hasta que alguien la compre en diez veces su precio. Ah que don Carlos, talento no le falta, inteligencia menos, un gran hombre, sin ironía, pero pasado de lanza.

Anjá, oh, sí

Slim ha cumplido 84 años y nadie le va a regatear una migaja de su trabajo. Por cierto, Gil no comparte la idea de Liópez de que los ricos son malvados, nomás faltaba. Pero a veces los ricos sí se pasan de la raya, como Slim. Pues el ingeniero dijo que convocó a la rueda de prensa para “aclarar todas las cosas que se dicen”, aprovechó para ofrecer una amplia explicación de su trayectoria empresarial desde 1960 hasta la actualidad. Por eso duró más de tres horas. Cuando yo era niño compré una bicicleta en cincuenta pesos y la revendí en doscientos. Genio. Gil compró canicas a quince centavos y las revendió a diez. Bruto.

 

Ningún beneficio

“De este gobierno no he recibido beneficio y yo sí he dado beneficio”, dijo Slim al subrayar que, por ejemplo, apenas ha realizado obra pública en el sexenio actual en comparación a cómo participó en el sector en gobiernos anteriores. Aunque sí reconoció su buena relación personal con el actual mandatario, quien dejará la Presidencia de México en octubre de este año al término de su sexenio.

“Ahora, con el Tren Maya, me reúno más con el Presidente. Tres o cuatro horas, (…) pero tenemos nuestras diferencias”. Ah, no me diga, ingeniero, Gil imagina las discusiones: Ingeniero, se te cayó la Línea Doce. No, Presidente, se le cayó a Ebrard. Ah sí, ¿y los pernos, tornillos y esas chafaldranas?

Slim ha contado también de los negocios en los cuales ya está metido y de los que traerá miles de millones de pesos para su estanquillo.

Gilga no comprende la conferencia de prensa, ni la forma en que Slim pretende deslindarse del gobierno de Liópez, cuando éste se va. Raro siendo un gallo tan jugado. Proteger el imperio, pas mal.

Así las casas (muletilla patrocinada por el licenciado Bartlett), el pobre hombre rico también nos ha dejado su legado. ¡Gracias! Gamés alza la copa y dice ahí se ven: neta, ni unos ni otros.

Todo es muy raro, caracho, como diría Jean Louis Rodolphe Agassiz: “No puedo perder el tiempo en ganar dinero”. 

Gil s’en va


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Gil Gamés
  • Gil Gamés
  • gil.games@milenio.com
  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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