Política

López-Gatell dice

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Gil lo leyó en su periódico MILENIO. Se habían cumplido tres años del primer caso de covid en el país y el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, concedió una entrevista para el Canal 6, Telediario Ciudad de México. Si usted lee las comisiones declarativas de este hombre insólito no dará crédito y cobranza, López-Gatell afirma lo siguiente: “No me arrepiento de lo más mínimo, la verdad nunca puede ser negociada, hay que exponerla por cruda que pueda ser (…) A veces me han dicho, por ejemplo, que me involucro demasiado, que pongo pasión en el trabajo, o que no debería haber dado tanta información, porque la información generalmente, se puede utilizar de una manera doble, como ocurrió con la infodemia, con estos mecanismos de incomunicación o desinformación que vimos prolíficamente por todo el país”. Hombre apasionado, sí; un ser comprometido, dispuesto siempre a la verdad. Sí, comoño.

En un gesto histórico, Gil se llevó los dedos índice y pulgar al nacimiento de la nariz y hesitó: ¿cómo llamarle a esto que han leído arriba? ¿Cretinismo ufano, mentira descarada, cinismo rampante, canallada deslumbrante? Este sujeto se dirige al público como si fuéramos marcianos y no hubiéramos vivido día a día el manejo catastrófico de la pandemia bajo la dirección nefasta de López-Gatell.

Arrepentimiento cero

No se arrepiente de nada este ángel de la muerte que provocó con sus necedades y mentiras no 332 mil muertos, como él dice, sino más de 600 mil si se cuentan los decesos relacionados con el covid y los casos no registrados durante meses. No se arrepiente de nada este mentiroso que abandonó a todos los trabajadores del sector salud, público y privado, convirtiéndonos en el país con más muertes de profesionales de la salud, sin instrumentos, sin protección; muchos de esos héroes cívicos murieron porque no recibieron de las autoridades sanitarias el apoyo, la solidaridad y el cuidado que merecían, pero él no se arrepiente de “nada en lo más mínimo”. De verdad: lo que ve el que vive. No faltará quien se deje engañar por este impresentable de la función pública que debería rendir cuentas y explicarnos porque un día dijo que si los muertos por covid llegaran a 60 mil sería catastrófico.

“La verdad no puede ser negociada”, dice López-Gatell mientras negocia consigo mismo sus mentiras. Según este gran mentiroso “el 91% de la población elegible se encuentra vacunada en México”. Elegible, anjá.

El desastre

De esos días oscuros y terribles, Gilga guarda las declaraciones de López-Gatell diciendo que el cubrebocas no servía para nada, el ocultamiento de la gravedad de la pandemia, los hospitales repletos de moribundos, de miles y miles de familias desesperadas en busca de una cama en algún hospital público o privado. Oiga López-Gatell, ¿no se arrepiente? Pues Gamés le informa que el país está de luto y que 600 mil familias perdieron a un ser querido. Y usted tan tranquilo: un poco de por favor.

López-Gatell dice que este gobierno recibió un sistema de salud desmantelado. Le faltó agregar que este gobierno terminó por desmantelarlo. Sí, todos sabemos que los culpables habitan en el pasado. Resulta además que los culpables del desabasto de medicinas también habitan en el horrible pasado. Ah, los sinvergüenzas. De que Psicofarma provocó deliberadamente el desabasto de medicamentos, dice López-Gatell. Sí, aunque usted no lo crea. No hay medicinas para la atención de enfermedades mentales, tampoco las medicinas para tratar adicciones, no hay aún medicinas para los niños con cáncer. Por cierto, el Paxlovid, utilizado con éxito en los casos de covid caducaron en los almacenes del gobierno y ahora los sueltan, pero caducados. Y Gilga agrega: consiga usted si es valiente un rivotril. Normalizar el desabasto ha sido una de las muchas barbaridades que el gobierno le ha impuesto a la vida cotidiana de México en estos años.

Gil está convencido de que el manejo de la pandemia ha sido criminal, que el sistema de salud pública, y parte de la privada, han quedado derruidos y quién sabe cuántos años tardaremos en reconstruirlo. Así las casas (muletilla patrocinada por el patrocinador Bartlett).

Todo es muy raro, caracho, como diría Montaigne: “la cobardía es la madre de la crueldad”.

gil.games@milenio.com


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Gil Gamés
  • Gil Gamés
  • gil.games@milenio.com
  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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