Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil recordó los tiempos en que estudió en Princeton, gracias a una beca de una institución que desapareció hace tiempo: se llamaba Conacyt. Ah, qué hermosos días de seminarios y qué difíciles: John Maynard Keynes, Adam Smith, David Ricardo, Joseph Alois Schumpeter. Gamés se quemó las pestañas y devanó los sesos.
Todo esto viene a cuento porque una nota de Belén Saldívar en El Economista informa que “la deuda de México, en su medida más amplia, aumentó cinco puntos del producto interno bruto desde la victoria de Andrés Manuel L(i)ópez Obrador en el 2018 hasta el quinto mes de este año, de acuerdo con los datos de la SHCP”.
O sea, repitamos: “La deuda de México, en su medida más amplia, aumentó cinco puntos del producto interno bruto desde la victoria de L(i)ópez Obrador de acuerdo con los datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público”. Mucho cuidado: con los datos de la hacienda oficial.
“En julio del 2018, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) —la medida más amplia de la deuda— se ubicó en 42.7% del PIB. (…) En tres años, la deuda creció e, incluso, en el 2020 superó 50% del PIB ante el impacto que tuvo la pandemia tanto en el crecimiento de la economía mexicana como en la depreciación del peso frente al dólar”.
Como Gamés no tiene ni idea de lo que ha escrito, pregúntele usted a su economista de confianza. Así como todos debemos tener un médico de cabecera, es imperativo tener un economista de confianza. La Secretaría de Hacienda explicó que 50% del incremento del saldo se debió, principalmente, al efecto de la valuación del tipo de cambio, así como a la caída del PIB. Ante esto, el SHRFSP cerró el año pasado en 52.2 por ciento. Esto tiene que ser muy grave, de otra forma no tendríamos noticia en los periódicos. Qué duro (no empiecen).
Evaluar
“Hacer una evaluación es complicado por lo atípico del 2020, pero en sentido estricto se podría decir que tenía un comportamiento relativamente favorable antes de la pandemia, y pareciera que al cierre de este año la deuda pueda regresar a niveles de 46%”, comentó James Salazar, subdirector de Análisis Económico de CIBanco.
Gil alcanza a colegir que la deuda ha crecido y punto com: “De acuerdo con Héctor Villarreal, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, el manejo de la deuda en la administración de L(i)ópez Obrador ha sido responsable; pero el discurso del Presidente —que se ha cumplido— ha sido no contratar más deuda”.
¿Quién tiene la razón? ¿Quién tiene la duda? ¿Quién tiene la mentira? “Ha sido bastante profesional y competitiva desde mi punto de vista. Está otro tema, que es el endeudamiento, no tanto el manejo, sino el endeudamiento y en general creo que es un tema en donde el Presidente es muy conservador”.
Durante la pandemia, varios países contrataron más deuda para otorgar estímulos fiscales y sobrellevar la crisis; sin embargo, en México no fue así y el gobierno puso una especial atención en fiscalizar a grandes contribuyentes y combatir la evasión.
Oigan esto: “No endeudarse es positivo pero, de alguna manera, estás perdiendo un instrumento de política pública muy valioso. Creo que fue lo más marcado en la pandemia en donde no hablamos de un endeudamiento como el que se vio en otros países, no necesitas algo así, aunque creo que un poco de deuda nos hubiera ayudado, nos hubiera hecho la crisis más tolerable”, agregó Héctor Villarreal.
Véalo usted como quiera verlo (ya, esto no es juego).
Fut
Gilga informa: el primer partido de las semifinales de la Eurocopa lo ganó Italia. Pasa a la final. No como Gamés pensaba que ocurriría, pero lo ganó ante España en penales. El tiempo sabe a agua seca, dijo el clásico, los españoles dieron un gran juego, pero les faltó la última jugada, esa que termina en la red. Los italianos permiten que los otros jueguen con el balón y de pronto, estallan en un contragolpe y terminas en el barranco. Viene otro juego: Dinamarca contra Inglaterra. Gilga ha observado a los daneses: eficientes y talentosos como puede ser un cubo de cemento. En cambio, Inglaterra viene a gran velocidad. Olvide la mañanera y vea el futbol. Ande.
Todo es muy raro, caracho. Como diría John Stuart Mill: “Ningún problema económico tiene una solución puramente económica”.
gil.games@milenio.com