Política

Doce horas

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La tragedia de Acapulco esparcía su caudal de muerte y destrucción mientras el Presidente caminaba en el fango. A bordo de un vehículo militar atascado en el lodo, Liópez esperaba. La imagen era más que elocuente, el coche estaba hundido en tierra lodosa y militares subidos en estribos y defensas intentaban sacarlo adelante. Gil no sabe de esto, pero si eres rescatista, no te conviertas en damnificado. Gamés se preguntó una y mil veces por qué no un helicóptero tremendo Black Hawk aterrizó en un claro de la autopista del Sol y llevó al presidente de México al lugar de los terribles hechos.

Con la pena: porque querían las fotografías de Liópez en el fango, en camino penoso para encontrarse con el pueblo.  De acuerdo con  AFP, López Obrador y su gabinete de seguridad tuvieron que sortear rocas y árboles que tapaban el camino, así como bordear la zona de derrumbes.

Probablemente una prueba de que esto que Gilga escribe es cierto es el hecho de que Liópez regresó en un helicóptero de la Armada a la Ciudad de México. Según la agenda de la Oficina de la Presidencia de México, el mandatario encabezará su conferencia de todos los días en Palacio Nacional.

La joven gobernadora

Gamés ignora si doce horas son muchas o son pocas para movilizar a las fuerzas de protección civil y prevenir a la población de un huracán de proporciones monstruosas. Gamés sabe en cambio que si Guerrero tuviera un gobernador o una gobernadora, probablemente el daño habría sido menor. Pero si la gobernadora es una joven a la que sacaron de la discoteca para gobernar, el resultado de este fenómeno atípico fue mucho peor.

La fugaz visita del Presidente a la ciudad de Acapulco ocurrió en medio de la emergencia, municipios incomunicados y sin recuento de daños, a casi 24 horas del impacto del huracán Otis, que tocó tierra las primeras horas de este miércoles como huracán de categoría 5.

 

Muy enojado

El Presidente no puede dar un paso en el fango sin buscar culpables y sin reconocer sus errores. Liópez afirmó que el Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales (Fonden) era “pura publicidad” y “corrupción”, por lo que justificó su desaparición: “Desaparece esta oficina para la transa, para la corrupción, pero no los fondos, no el dinero; al contrario, se protege el dinero y se hace a un lado a los corruptos”. El dinero está ahí, correcto, ¿dónde? Sabe Dios. Los culpables, por  cierto, son los medios de comunicación, ¿alguien lo duda? Inches medios ojeis. El mandatario criticó que cuando ocurren fenómenos en México, como tormentas y huracanes, se pregunte por la desaparición del Fonden. “Ni siquiera han iniciado las acciones, estamos levantando los árboles, estamos buscando desaparecidos y ya con esta actitud politiquera de decir ‘pero no hay Fonden’”.

El Fonden fue creado en 1999 como un mecanismo para apoyar a la rehabilitación de la infraestructura afectada por desastres. Dicho fondo desapareció en 2021.

Ante las críticas por el impacto ocasionado por el huracán Otis en Guerrero, el subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Gabriel Yorio, aseguró que México tiene 18 mil millones de pesos para atender desastres naturales.

El Presidente tiene razón, lo que sea de cada quien, nadie debe preguntarse por ese fondo para desastres naturales, ¿por qué? ¿Nada más porque sí? Es que de veras.

“Ya lo hemos dicho muchísimas veces: el Fonden era como una caja chica —o muy grande, no tan chica— de los políticos corruptos, eso no le llegaba a los afectados, era pura publicidad”.

Sin prueba alguna, Liópez aseguró que dicho fideicomiso era utilizado para “repartirse un botín cuando había una desgracia (…) Está comprobado que se robaban el dinero, por eso desaparece esta oficina para la transa”. Asimismo, aseguró que su gobierno cuenta con el presupuesto para atender el impacto de los desastres. Qué bueno, felicidades, que regrese caminando en el fango y se los diga a los damnificados de Acapulco.

Todo es muy raro, caracho, como diría Disraelí: “Un hombre consciente cree en el destino; un inconsciente cree en la casualidad”. 

Gil s’en va


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Gil Gamés
  • Gil Gamés
  • gil.games@milenio.com
  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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