Los resultados de la pasada jornada electoral en Coahuila e Hidalgo no deben sorprender a propios y extraños, diversas casas encuestadoras ya habían previsto la victoria del tricolor en ambos estados, aunque no con tal magnitud.
El PRI ganó en Coahuila por dos cosas: por el buen papel que está realizando el gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís y porque su estructura partidista es la mejor a nivel nacional.
En tanto, en Hidalgo, el PRI también obtuvo buenos resultados, aunque no arrasó como en Coahuila, ganó en 32 municipios, siendo la capital, Pachuca, la joya de la corona.
Cabe mencionar que en aquellas elecciones en donde solo se renuevan los Congresos de los estados (como fue el caso de Coahuila el domingo pasado) es muy común que la gente no salga a votar, esto, a su vez, es aprovechado por aquellos partidos, como el PRI, que tienen una estructura partidista importante capaz de movilizar el voto entre sus militantes, con ello la probabilidad de victoria con respecto a otros partidos es muy alta.
Un factor que también favoreció en la victoria del PRI fue que la primera fuerza política del país, MORENA, se encontrase en un caos interno, el no contar con estructura partidista y la lucha que hay por conseguir la dirigencia nacional entre Mario Delgado y Porfirio Muñoz Ledo terminó afectando al partido del presidente López Obrador.
Los priistas están emocionados por los resultados de la pasada jornada electoral, como en la vieja usanza el “carro completo” se dio en Coahuila.
La victoria del domingo pasado le da oxígeno al otrora partidazo para enfrentar las elecciones venideras del 2021, el que ambos estados tengan gobernadores emanados de las filas del PRI ayudó mucho, no obstante, los priistas no deben lanzar las campanas al vuelo, cada elección tiene distintas tesituras y cada estado y municipio realidades diferentes.
El próximo año será vital para el PRI, de las 15 gubernaturas que se renuevan 8 son gobernadas por priístas, en varias de ellas actualmente se encuentran con desventaja, los triunfos obtenidos el domingo pasado servirán para que en las filas del tricolor agarren confianza para afrontar la batalla electoral del año entrante. A pesar de todo, el PRI aún vive.
