Alejandro Moreno Cárdenas será el sepulturero del RIP, perdón del PRI; de eso no hay duda.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue el partido político de masas en México durante el siglo XX.
Campesinos, obreros, profesionistas y otros sectores populares veían en el Revolucionario Institucional una vía para que sus peticiones fueran escuchadas y resueltas.
Conocido coloquialmente como el "partidazo", el PRI era cuasi omnipresente en la vida pública del país, siendo prácticamente un partido de Estado.
El proyecto de Estado-nación del PRI se basaba en los postulados del nacionalismo revolucionario.
Sin embargo, con la llegada de Carlos Salinas de Gortari, esos principios fueron relegados y México adoptó un modelo de Estado-nación pro libre mercado.
El PRI se distinguía por una militancia leal, férrea y disciplinada, con una estructura partidista sólida, conformada por organizaciones, movimientos adherentes y sectores que trabajaban incansablemente los 365 días del año. Con el paso de los años, sin embargo, el PRI comenzó a desvirtuar su propósito como partido político.
En 2000, perdió la presidencia de la República, y tuvieron que pasar doce años para que regresara al poder. Todo indicaba que, bajo el liderazgo de Enrique Peña Nieto, el PRI demostraría su experiencia y capacidad de gobernar.
Pero no fue así.
Los actos de corrupción cometidos por figuras clave del gobierno de Peña Nieto y de los gobernadores priistas erosionaron la confianza de la ciudadanía, que optó por castigar al PRI votando por otra opción política en 2018.
En 2019, la dirigencia nacional del PRI se renovó con Alejandro Moreno Cárdenas como presidente y Carolina Viggiano como secretaria general.
Cinco años después, la gestión de "Alito" ha demostrado ser la peor en la historia del tricolor.
Sin decoro político ni autocrítica, y con el respaldo del "Club de Toby" que tiene secuestrado al PRI, Alito se reeligió como presidente, ignorando la voz de la militancia en todo el país.
El PRI de Alito no aprende ni aprenderá. Alito será el sepulturero de un partido histórico que dio al país paz y estabilidad política, desarrollo económico e instituciones sólidas.
Un partido que enarboló los postulados de la Revolución Mexicana y los hizo suyos.
Hoy, el PRI agoniza; le queda poco tiempo de vida, y en estos momentos apenas respira artificialmente.