Política

Aceptarnos; aunque votamos diferente

“Aquellos que fueron vistos bailando, fueron considerados locos por quienes no podían escuchar la música”, Friedrich Nietzsche

Los partidos políticos de nuestro país tendrán que aprender de la cantidad de votos que obtuvieron en estas  elecciones intermedias,  tendrán que implementar estrategias para  conseguir más a futuro, porque queramos o no, todos ganaron y perdieron, la polémica es desde el ángulo que se desee ver.¿ Pero la sociedad podrá aprender a aceptar que millones de ciudadanos votamos diferente y por eso tenemos que saber vivir en la diversidad de preferencias políticas?

Sin embargo  lo que se ha demostrado a la fecha es que no existe este acto de madurez y conciliación entre poco más de la mitad de mexicanos que fuimos a las urnas ( 52.67 del padrón total. INE) ya que  los que votaron por la oposición( mayormente) como por los que nos gobiernan, siguen difundiendo  mensajes como  si continuaran las campañas y se siguiera  tratando de influir hacia  sus simpatías.

 La carrera por el 2024 ya se puso en  marcha cuando aún no tenemos los conteos oficiales ni constancias de mayorías. Esto se da en las redes sociales, entre algunos articulistas  de  los  medios y en las pláticas  de la sociedad  mexicana  que aún no sabe que es más importante tener armonía que difundir las falacias de su autoengaño.

La carrera por el 2024 ya se puso en marcha cuando aún no tenemos los conteos oficiales

Para  entendernos entre los  mexicanos y soslayar enfrentamientos por nuestras diferencias políticas,  tenemos que saber que existen muchos mexicos, que forman parte ciudadanos de nuestras propias familias, de nuestras amistades, compañeros, vecinos  y conocidos,  que demostraron sus preferencias algunos por partidos  de antaño como PRI,PAN,PRD a pesar de la historia sobre su desempeño en el que han tenido épocas de dictadura, corrupción y hasta genocidios. Quizá por eso sus porcentajes de triunfos fueron  bajos.

También tenemos que reconocer que en algunas partes del país hubo quienes votaron por otros partidos de oposición de recién creación o apenas nuevos, que aumentaron un poco  algunas posiciones, y  algunos tendrán que desaparecer. Hay quienes  claman porque no existan partidos que forman coaliciones tan distintas como  el gobierno en turno. Pero todo es quizá los errores o aciertos de  un sistema democrático que busca la mayoría de participación política, aunque esto no tenga correlación  en que por ser tantos se  gasten el presupuesto y mejor se puede aprovechar en otros rubros más indispensables.

Aparte es el  fenómeno de los  partidarios de MORENA que son los que tienen el último lugar de aceptación y el primero en preferencias  de debates de la sociedad y de mentiras en  las redes sociales. Ha sido según resultados el partido que obtuvo mayores triunfos en los estados, que pudo permanecer su mayoría  en el congreso federal y en los congresos estatales, aunque perdió espacios en las alcaldías  de  la  ciudad de México.

El recuento de daños o benéficos en el ejercicio del poder que tuvieron los partidos políticos ya se está haciendo, pero  los perjuicios que  tenemos como sociedad ante la falta de aceptación por la diversidad de convicciones  políticas, quien lo hará? ¿Habrá quienes sepan  la cura  para tanta división, rencor y discriminación?

Esperamos que el liderazgo de todos los actores que conforman esta gran nación tengan conciencia y voluntad para ello, porque pareciera que el mapa de México hoy no tiene  cohesión y a pocos les importa. _

Gemma Medina Aréchiga

gemmazul@hotmail.com



Google news logo
Síguenos en
Gemma Medina Aréchiga
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.