Cultura

No más madres mártires

  • Semillas de conciencia
  • No más madres mártires
  • Gabriel Rubio Badillo

Necesitamos mujeres y madres que piensen en sí mismas. Y que entiendan que eso no es egoísmo. Se llama autoestima. Que se prioricen; porque si se aman bien, serán un modelo idóneo para el amor propio de sus hijos.

Mujeres y madres que se amen y que atiendan primero su salud; ningún hijo puede ser feliz mirando a su madre consumirse en la enfermedad por su propia negligencia.

Con el correr del tiempo, la figura y el rol de la madre dejan un profundo impacto en la vida de sus vástagos, porque por lo general está más cerca de ellos que nadie.

Su marca y huella le imprimen influencia al rumbo y la vida de esos niños que se volverán adultos reflejantes de su entorno y dinámica familiar.

Necesitamos madres más conscientes de eso; de la enorme responsabilidad y magnetismo de su energía en los otros.

Que entiendan que amar no significa partirse en pedazos. Ni dejar de comer. Ni malpasarse. Ni tolerar golpes ni humillaciones. Ni dejar de comprarse zapatos para que sus hijos estrenen lujos absurdos e innecesarios.

Decirle a un hijo “aguanté esa vida pero lo hice por ti” es el mensaje más destructivo que se puede enviar: “soy infeliz por tu culpa”.

Ningún niño podría sentirse bien con una madre deprimida y llorosa a sus espaldas y con ojos tristes.

Necesitamos mujeres y madres con vida propia y proyecto personal, no un satélite girando en torno a la vida egoísta de su esposo e hijos.

Que se olviden del desagradable cliché de “mis hijos: mi motor”. Eso no le hace bien a nadie; sus hijos tienen cada uno su propio motor.

Ellas necesitan tener un rumbo personal y pensar que la fuerza de su legado no se limita solo a los hijos, pero es donde mejor se podrá apreciar.

Mujeres que sepan que no se puede ser madre y padre a la vez, y que no es necesario. Ya son excelentes haciendo su papel.

Si el padre no hace lo que le toca, se perderá de mucho y sus hijos tendrán que trabajar esa ausencia. Pero no le toca a mamá cubrir ambos roles.

Necesitamos madres que le digan adiós al absurdo concepto que define al amor como un acto de sacrificio y dolor continuo. Para mártires tenemos a los Héroes de la Patria. Gracias por amarse primero a sí mismas. Por un amor sano.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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