Cultura

Visitas musicales desde el deshielo

Una cantautora canadiense y un grupo ruso andan por estos rumbos para traer cierta frescura ante un calor que ya empieza a instalarse a sus anchas.

Laurence-Anne: apareciendo en el país de los sueños

Deslizándose por un tejido espectral que se conecta con texturas electrónicas y pasajes cercanos al dream pop y al llamado coldwave, según se ha señalado, por su rítmica directa y por momentos cargada de cierta gelidez sonora, rodeada de atmósferas brumosas, la quebequés Laurence-Ann, con claras influencias de Cocteau Twins y Mazzy Star, empezó a darse a conocer en Montreal para dar el salto con Première apparition (2019), álbum debut que le representó una pronta atención con canciones de atrayente confección sintética como Instant zéro, con todo y su estética noventera, además de piezas que parecen disolverse en el aire, contrastando con otras que se asientan en terreno firme.

Siguió con el EP Accident (2020), integrado por tres piezas de carácter geométrico con las dos caras posibles, entre la venganza y el percance, con pajarillos al filo de algún dinámico acento latino y rockero, según amerite el momento de la eventualidad. Musivision (2021), su segundo largo, con Indigo y Tempête como ejemplos de crecimiento en el enfoque compositivo, se escucha más contenido, elaborado con instrumentaciones detalladas y funcionando, según se menciona en su página, como un conjunto de cartas escritas a un examante, con todo y la susurrante Pájaros, su primer lance en español.

De tonalidades más oscuras y etéreas, Oniromancie (2023) mostró una mayor asunción y al mismo tiempo ampliación de fuentes, transitando por parajes oníricos que incrementan la búsqueda de rutas sonoras que pasan por una especie de inconsciente que intenta adivinar futuros y motivos, desde la abridora Fantôme hasta Vitesse, la canción con la que cierra el disco y que juega con las velocidades; entre tanto, nos da cortésmente los buenos días con todo y enigmáticas flores, para de ahí empezarnos a envolver con sus cánticos de sirena que destapan orejas y abren circuitos por los que transcurre una electrónica nebulosa que nos lleva a visualizar una supernova.

Estos días anda por la CDMX, Guadalajara, Aguascalientes y Querétaro.

Motorama: desafiando la guerra fría

Parte de un movimiento de rock ruso en diversas vertientes, con algunos cantando en inglés y otros en su idioma, tales como Human Tetris, Utro, Brandenburgpor mencionar algunos, Motorama surgió en Rostov del Don con una notoria influencia de Kraftwerk y Joy Division, así como del resurgimiento del postpunk de principios del siglo XXI con bandas como Interpol, The Walkmen y Editors, compartiendo también estilo con otros grupos como los italianos de Soviet Soviet. Después de varios cambios de alineación, ahora andan en formato de trío con el fundador Vladislav Parshin, Irene Parshina y la batería de Mikhail Nikulin que los acompaña en las giras. Como para abrir boca, se presentaron con los animalescos EP’s Horse (2008) y Bear (2009).

Entregaron Alps (2010), su primer largo, en el que se incluyó Ghost, la canción titular y donde evolucionaron las bases de su propuesta, con esa guitarra en tinieblas, de pronto saltarina, y la vocal de gravedad distintiva que confluye con ciertos atisbos de luminosidad, como los que se advierten en el fluido y emotivo Calendar (2012) desde la inicial Image, abriendo un melódico trayecto con dirección al sur y de cierto aire nostálgico, justo hasta que se encuentran los brazos amados y se deposita una rosa en el florero bañado de una luz blanca: imposible navegar por el mismo río dos veces. Poverty (2015) continuó la vertiente del postpunk ahora con ligeras inclinaciones dreampop como se desliza en la atemperada Heavy Wave, en la elocuencia de Red Drop y en la azarosa Lottery y sus afortunadas líneas de bajo.

Con el conversacional Dialogues (2016) abrieron un poco más la ventana para dejar pasar la luz y escuchar Hard Times y I See You, para llevar el nivel de la plática hasta las nubes y terminar a tu lado. Ya en pleno manejo de su estilo y entendiendo sus referencias, no obstante los cambios de alineación, produjeron Many Nights (2018) uno de sus trabajos más logrados con Second Part, You & the Others y No More Time como cortes indicativos, además de la contrastante Homewards; continuaron con el breve Before the Road (2021), incidiendo en la ruta del new wave y conformado por siete piezas, cual cartas de navegación en busca de la estrella polar, y el también conciso Sleep, And I Will Sing (2023), con la efusiva Two Sunny Days, la afirmativa And, Yes y Next to Me, de completa placidez para entrar al mundo de los sueños y, ahor así, esperar a que nos canten.

Visitantes frecuentes, se presentan en Mérida, la CDMX y Guadalajara.


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Fernando Cuevas
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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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