Cultura

Películas medallistas: Cine olímpico (I)

Una breve mirada a filmes que se han ocupado de esta justa deportiva en su celebración veraniega (los de Invierno y paraolímpicos darían para otro texto), cuyo origen como más o menos la conocemos, se puede revisar en The First Olympics: Athens 1896 (Rakoff, 1984), ilustrativa miniserie en la que se recrea el proceso y los prolegómenos de la primera olimpiada moderna con el espíritu olímpico más o menos intacto, antes de enfrentarse a marcas voraces, poderes mediáticos metiendo las narices en todo, sustancias prohibidas, sexismo y racismo, decisiones políticas excluyentes y boicots, que a pesar de todo, no han logrado apagar el pebetero. Uno de los primeros documentos visuales, recién restaurado y dirigido por Adrian Wood, es The Games of the V Olympiad Stockholm, 1912 (Suecia-Suiza, 1912), en el que se da cuenta de las competencias desarrolladas de manera abarcadora;

En el corto The Olympic Games As They Were Practiced In Ancient(Francia, 1924), de título más largo que su duración, se presenta una breve muestra de los orígenes lúdicos de la justa y fue realizado en el contexto de los juegos parisinos que quedaron retratados en Los juegos olímpicos en París, 1924 (de Rovera, 1925). Memorable resultó también el clásico Carros de Fuego (Hudson, 1981), historia centrada justamente en aquel certamen, donde un corredor judío y otro cristiano se enfrentan a sus propias convicciones y a las presiones dentro del contingente inglés: ahí quedan las imágenes de los atletas corriendo en la playa mientras se escucha la clásica partitura de Vangelis (secuencia aprovechada en la inauguración de Londres para insertar jocosamente a Mr. Bean).

En clave de comedia familiar y recuperando a la Pandilla, protagonista de varios filmes y formada por un grupo de niños pobres, el corto Olympic Games (McGowan, 1927), fue uno de los primeros filmes de ficción sobre la justa deportiva, mientras que siguió la producción de documentales con Los juegos olímpicos en Amsterdam, 1928 (Prager, 1928), alcanzando su la cumbre del cine deportivo con la obra maestra Olimpíada (1938), un imponente documento visual de la genial y cuestionada por partes iguales Leni Riefenstahl, brillante directora que carga con el estigma de haber servido al régimen Nazi. Dividida en dos partes, El festival de los pueblos y El festival de la belleza, el film navega entre la propaganda y la poética del movimiento, con un inusual despliegue técnico y una plástica imponente.

La cinta consolidó la tradición de que cada celebración contara con su propio documental, realizados por grandes directores: XIVth Olympiad, The Glory of Sport (Knight, 1948), realizados en Londres; Where the World Meets / World and Glory (Leminem, 1952 /1953) y Olympia 52 (Marker, 1952) sobre el certamen en Helsinki: este par de eventos se retoman también en el docudrama The Bob Mathias Story (Lyon, 1954), donde el ganador a los 17 años del decatlón en la capital inglesa y después en la ciudad finlandesa, se interpreta a sí mismo.

Se presentaron Juegos olímpicos, 1956 (Whitchurch, 1956) y The Melbourne Render-Vouz (Lucot, 1957), acerca de las acciones en la ciudad australiana; La gran Olimpiada (Marcellini, 1960), celebrada en Roma; Olimpiada de Tokyo, 1964 (Ichikawa, 1964), contexto en el que se desarrolló Running Brave (Everett, 1983), acerca de la vida de Billy Mills, ganador de la medalla de oro en los 10,000, así como la comedia Apartamento para tres (Walters, 1966). Alberto Isaac consiguió integrar un sólido y amplio filme sobre la justa celebrada en 1968, titulado Olimpiada en México (1969).

El propio Ichikawa, junto a Forman, Lelouch, Schlesinger, Ozerov, Penn, Pfleghar y Zetterling contribuyeron con sendos segmento para darle diversas lecturas a la Olimpiada de Munich en Vision of Eight (1972). Steven Spielberg, por su parte, recuperó justamente en Munich (2005) la tragedia ocurrida en los juegos olímpicos de 1972, en los que el grupo Septiembre Negro secuestró y mató atletas judíos, provocando la sistemática venganza de los israelitas, evento recreado en 21 horas en Munich (Graham, 1976) con William Holden como el policía en jefe. En este contexto, también están el par de cintas sobre Steve Prefontaine: Sin límites (Towne, 1998) y Prefontaine(James, 1997), participante en aquellos juegos y que falleciera de manera prematura a los 24 años.


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Fernando Cuevas
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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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