Convertida en uno de los actos más consistentes de la segunda década del siglo XXI para acá, parte de todo un movimiento de la música popular, la banda con títulos de nobleza, empezando por engrandecer al ladrón y siguiendo por el nombre de su debut, Masterpiece (2016), ocupa ya un espacio preponderante en los circuitos del rock indie con tintes de folk experimental. La compositora, guitarrista y cantante Adrianne Lenker (con un par de discos a cuestas) formó un dueto con Buck Meek, también cantautor, cuando se reencontraron en Brooklyn, tras haber sido compañeros en Boston y alcanzaron a realizar algunas grabaciones; pronto se les sumaron el bajista Max Oleartchik, amigo del segundo, y el baterista James Krivchenia en el 2015: curiosamente, los cuatro estuvieron en el Berklee College of Music de Boston.
El cuarteto Big Thief estaba integrado y su mencionado primer largo los colocó en la escena próxima gracias a esa combinación de fragilidad y convencimiento, aparentemente contrapuestos, que resolvían a través de canciones versátiles, pulsionales y cargadas de sentimiento como Velvet Ring, sacadas al primer hervor como Little Arrow, emergidas de una constelación pop con nebulosas en explosiones contenidas como Vegas, Real Love e Interstate, y de cierta expansión definitoria como la titular, Masterpiece. La carta de presentación ya estaba echada, anunciando buenos augurios.
Su opus dos apareció pronto: con enfoque personal y portada familiar en la que aparece Lenker siendo cargada por su tío, Capacity (2017) representó un paso adelante en la misma dirección con la contenida pieza ídem y Mary como la balada envolvente y profunda, recordando la amistad e infancia y que no dejaba duda, justamente, de las capacidades compositivas desplegadas también en la reflexión feminista de Pretty Things y en el folkpop de guitarras distantes expresado vía Mythological Beauty y Shark Smile, sobre dolorosos accidentes. Lenker publicó su tercer disco, Abysskiss (2018), en plan solitario, sin desprenderse del cuarteto.
Capaz de crear su propia atmósfera para el aterrizaje, UFOF (2019) mantuvo esa tendencia de seguir orbitando a partir de los descubrimientos previos: quizá su disco más logrado a la fecha, alcanzó el balance justo entre esta contenida explosividad y el reposo melódico que abre puertas a las reflexivas letras de carácter personal, como se plantea de entrada en Contact, con todo y su disrupción, y la evocativa canción titular, de pausada elegancia; en tanto, Orange conduce a la intimidad amorosa con voz trémula; From y Terminal Paradise, aquí en nuevas versiones tras aparecer en el disco solista de Lenker, encuentran un mayor cobijo; Cattails y Open Desert, con su poética libre, apuntan a la reconexión con el mundo natural; Century y Strange y Betsy se deslizan desprendiendo aditamentos sonoros con una batería que se asoma sobre las líneas del bajo, mientras que la confusa Jenni se despliega erráticamente para encontrar respuesta en alguna dimensión y acaso un falso reposo en Magic Dealer.
El álbum terminó siendo un brillante objeto sonoro plenamente identificado del que se desprendió el más crudo y árido Two Hands (2019), publicado pocos meses después con Not y Forgotten Eyes como sónicas figuras terrícolas, entre revueltas guitarreras y vocales descarnadas, mientras nos detenemos en los hombros para el corte de cabello correspondiente, ante la mirada de un complaciente lobo. Después de algunos trabajos en solitario, publicaron con toques de sutil humor el doble Dragon New Warm Mountain I Believe in You (2022), de largo alcance poético, como se advierte en el mismo título y la nebulosa canción ídem, e integrado por veinte cortes que arrancan con la delicada Change, enfoque que se advierte también en Sparrow, Simulation Swarm y Certainty, mientras que Little Things apuesta por una rock indie de suavidad armónica porque la promesa es un péndulo que no se detiene a la mitad; por su parte, la música de raíces se despliega en Spud Infinity y en la cerradora Blue Lightning, con todo y los falsetes vocales con plena marca de origen.
Después de lanzar el sencillo Vampire Empire con Born for Loving You como lado B y acompañar en el rol de banda de soporte el notable regreso del gran folkie Tucker Zimmerman en el 2024, año en el que Lenker grabó otro disco en solitario, publicaron Double Infinity (2025), ya sin el bajista Max Oleartchik y con varios invitados, —el percusionista Caleb Michel y el bajista Joshua Crumbly, de la escena jazzera— que contribuyeron a establecer la dirección sonora del álbum, con mayores toques de psicodelia y rítmicas diversas, como se advierte desde la abridora Incomprehensible y en la subsecuente Words, mientras que Los Angeles muestra el aliento colectivo —esos coros— y de naturalidad compositiva; el veterano multiinstrumentista Laraaji colabora con Grandmother y Fear transita por acechantes parajes sonoros; tanto Happy With You y Have Could I Have Known despiden el álbum con el reconocible rockfolk del Gran Ladrón.
Big Thief se presenta en nuestro país.