A mí me enseñaron que el valor de una inversión se calcula trayendo los flujos de efectivo futuros a valor presente, descontados por una tasa de interés que representa el riesgo de dicha inversión; pero ¿cómo se hace una valuación si los flujos son negativos? Un ejemplo, en marzo de 2019 Lyft (competencia de Uber) realizó con éxito su oferta pública de acciones o IPO (Initial Public Offering) por sus siglas en inglés. Los inversionistas institucionales, conocidos como Wall Street y los privados, conocidos como Main Street, pagaron USD $72 por acción. Con este precio por acción, Lyft alcanzó una valuación de USD $22.2 billones. ¿Por qué el mercado invierte en una empresa con una valuación tan alta cuando ha tenido pérdidas netas en los últimos tres años: 2018 (USD $911.3); 2017 (USD $688.3); y 2016 (USD $682.3)? Algunas empresas que han realizado su IPO en 2019 como: Lyft, Peloton, Pinterest, Slack y Uber sufrieron pérdidas operativas enormes en 2018 y en todos los años anteriores. Existen dos posibilidades que pueden explicar lo anterior: a) el mercado está utilizando métricas no tradicionales, como el número de viajes o de clientes, para realizar la valuación, apostando a que en el futuro, estas economías de escala se monetizarán (el ejemplo de Amazon), o b) estamos ante una burbuja como la que experimentó el mercado a finales de la década de 1990, que terminó con la crisis de las dot.com. Mi opinión es que en este momento los altos valores de las empresas son una combinación de ambas; sin embargo, el fracaso de WeWork al intentar realizar su IPO en el mes de septiembre pasado, me lleva a pensar que los inversionistas comienzan a fijarse más en los fundamentos del modelo de negocio, que es lo que la teoría nos dice que debería de ser. Con WeWork sucedió todo lo contrario, en la última ronda de inversión privada la empresa alcanzó una valuación de USD $47 billones, pero en el intento por volverse pública, los banqueros de inversión situaron el valor potencial de la empresa entre USD $10 y $15 billones, por lo que el IPO fue pospuesto hasta nuevo aviso. Su excéntrico CEO/cofundador Adam Neumann fue despedido, se habla de miles de despidos, y necesitan USD $5 billones urgentes que se esperaba iban a entrar con el IPO. Dios no lo quiera porque se pierden fuentes de empleo, pero posiblemente estemos ante algo inédito, una empresa que intenta hacer su IPO y dos o tres meses después se declara en quiebra. Tal vez estemos ante el comienzo de una mayor racionalidad del inversionista. ¿Qué opinas al respecto?
Federico D’Kuba es profesor del IPADE Business School
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