A unos cuantos días para que concluyan las campañas proselitistas a gobernadora mexiquense, la recta final se ve complicada para el tricolor en su afán de llegar a sus principales objetivos: retener el último bastión priista del país y evitar la primera alternancia del poder en la entidad que tiene la mayor fuerza económica y poblacional.
Y es que el PRI ha entrado en una de sus crisis más fuertes desde la postulación de Alejandra Del Moral como candidata, lo recordará por el descontento en ese entonces de la experimentada Ana Lilia Herrera Anzaldo en el método de selección; sin embargo, hoy otro foco rojo opaca no solo la aspiración de la mexiquense, sino también la supervivencia del tricolor a nivel nacional y tiene nombre y apellido: Alejandro Moreno Cárdenas.
Pareciera que los ex dirigentes nacionales del PRI como Beatriz Paredes y Osorio Chong, vaticinaran la vorágine de errores en que Alito ha incurrido durante su gestión y pidieron, entre otros, su destitución anticipada en junio de 2022 con la esperanza de que los comicios del Estado de México y Coahuila pudieran tener un rumbo diferente. No sucedió.
Hoy, a unos cuantos días del cierre de campaña en ambas entidades, Alejandro Moreno se queda lejos de asumir el liderato de los comicios, tal y como sucedió en los de 2022 donde perdió cinco de seis gubernaturas jugadas: Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca y Quintana Roo. Solo ganó en Tamaulipas.
Con la prórroga de su mandato hasta 2024 avalada hace un mes por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y su reciente “destape” para ser candidato de la coalición “Va por México” PRI, PAN y PRD a la presidencia, Alito se confronta de nuevo con su homólogos del PAN y PRD e inicia una lucha estéril con miras al próximo año, dejando a un lado los resultados de los votos mexiquenses y la campaña de Alejandra Del Moral, que representa al priismo mexiquense.
Muy bien lo señaló en su momento el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, cuando se le preguntó por la exigencia de los priistas para que Alejandro Moreno saliera de la dirigencia tricolor: “sin andar de metiche, Alito debe seguir”, dijo.
Seguramente sabía que el principal enemigo del PRI está sentado hasta el frente, en espera de que descuidara también al Estado de México; entidad catalogada hasta el momento como la joya de la corona para la 4T. Veremos.