A prácticamente 12 días de la llegada del nuevo titular de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, José Luis Cervantes, ya se han realizado cambios radicales al interior de la institución que eran imprescindibles, necesarios y ¿por qué no decirlo?, tardíos, en el andamiaje del sistema de justicia de uno de los estados más importantes del país.
Ayer fue el último día para 60 servidores públicos adscritos a la dependencia que, en la mayoría de los casos, cumplieron dignamente su círculo al entregar importantes resultados en la administración anterior encabezada por el abogado Alejandro Gómez Sánchez y de quien, a pesar de también realizar una reconocida labor, fueron muchos los temas que deja pendientes para una expedita procuración de justicia en el territorio mexiquense.
Del otro lado de la moneda, nos revelan que parte de esos 60 funcionarios era necesaria su remoción “para cortar de tajo con elementos de quienes era sabido por la sociedad, basaban su actividad en la corrupción y no en el servicio a la ciudadanía”, de acuerdo con una ficha informativa proporcionada a MILENIO Estado de México.
La corrupción representa la base medular de los grandes problemas por las que atraviesan no solo las instituciones estatales de seguridad y justicia, sino de todo el país, por lo que la pronta decisión de limpiar la casa significa buenos bríos para la Fiscalía, aunque esperemos que no sean solo decisiones superfluas que se dan comúnmente en los cambios de todas las administraciones.
El actual Fiscal tiene la oportunidad de designar los mejores perfiles para los puestos clave por lo que la decisión de nombrar a Rodrigo Archundia Barrientos como vicefiscal de Justicia -nombramiento que será ratificado en próximas horas- también representa buenos bríos, ya que recordemos que Archundia llegó a la terna final tras la selección de entre 40 aspirantes para ocupar el cargo, lo que significa que con sus antecedentes, José Luis Cervantes toma la decisión más inteligente para poder afrontar el enorme reto de la procuración de Justicia.
Sin embargo recuperar la confianza de la ciudadanía será el desafío más importante para el nuevo equipo que se está conformando desde el edificio de Morelos; la lucha contra el crimen organizado en sus diversas variantes, deberá entenderse bajo un nuevo proyecto, diferente, inteligente y eficaz, con el cual deberá regirse en los próximos años. Veremos.
Fabián Rodríguez