En una charla con una amiga reflexionábamos sobre el año del covid, le decía que me llamaba la atención que últimamente, leía muchos comentarios en donde pedían que 2020 ya terminara.
¿Y cómo no? me respondió. Recordó gente que perdió a seres queridos, su empleo y que le dio covid.
Puedo entender perfectamente todo lo que dijo, sin embargo, cada pérdida trae consigo una ganancia, difícil de concebir cuando está pasando o acaba de suceder.
Pienso que 2020 fue nuestro examen de vida, donde esperamos sacar la mejor calificación.
Cada quién vivió lo que tenía que vivir, se enfrentaron miedos, pudimos salir avante aún con los cambios que se presentaron, y se tuvo que dar prioridad a lo verdaderamente importante.
Siendo optimista, quiero pensar que aprendimos que sin salud no hay nada, vimos cómo el mundo se paralizó ante un virus, empresas cayeron y familias se derrumbaron.
Cuántas veces dejamos para después nuestro bienestar, para quedar bien en un trabajo en donde solamente somos un número más.
No se trata de ser irresponsables sino de ser responsables con nosotros, eso también lo enseñó el covid, ya que, al adquirir el virus, si acudíamos con nuestras familias o amigos, ellos también estarían mal, es decir, si no estamos bien, nada a nuestro alrededor estará bien.
Le pregunto amigo lector, ¿cuánto se gasta en una carne asada?, ¿cuántas fiestas hace al año?, Ahora le cuestiono ¿Cuánto le invierte a su salud al año?
No le hablo de las gripes o enfermedades comunes que de pronto surgen, sino de la inversión que realiza anualmente en una buena revisión médica.
No esperemos perder la salud para valorarla o que muera uno de nuestros seres amados, para comprender lo importante que son.
Vibremos alto, lo invito a fluir en el amor y en el perdón, cada quien tiene sus formas de ser y no por eso están mal, recordemos que cada quien lucha una batalla.
Sí, 2020 pudo ser un año atroz, pero los milagros no surgen en el confort, así como el carbón tiene que pasar bajo una fuerte presión para convertirse en diamante, la decisión de que la crisis se vuelva una oportunidad es de usted, piense, ¿aprendió la lección que dejó este 2020?
erika.ramirez@milenio.com