Con más de 47 mil casos detectados de coronavirus y 5 mil muertos hasta el momento, nuestro México se prepara para el regreso paulatino de la vida en las calles en varias partes el país, este lunes. La nueva normalidad.
Si me preguntan, este es un grave error porque el país no está preparado... Pero no me preguntaron, ¿verdad?
Las ciudades con mayor número de contagios empezaron a estabilizar cifras, pero esta puede ser una realidad engañosa porque sin cuidar ciertos factores de riesgo podría darse un nuevo brote, empezando porque Susana Distancia no ha cabido en todas las familias. Mucha gente sigue saliendo y conviviendo… mucha.
La apertura de libertades es en gran parte una respuesta a la presión de los empresarios para recuperar la actividad económica paralizada por la contingencia, parálisis que realmente ha sido solo por momentos y, por qué no decirlo, solo para algunos.
El Día del Niño y de la Madre fueron la muestra de que no estamos preparados: filas de gente para las compras, fiestas y fiestas, carnitas asadas, serenatas… la insana distancia.
Aquí hay otro importantísimo factor que puede repercutir en la crisis sanitaria con nuevos brotes a finales de este mes, y lo cual pareciera que no se contempla en la estrategia de la Secretaría de Salud y su súper equipo comandado por el doctor López-Gatell, crush de las redes sociales.
Otro factor ignorado está en la crisis de la cerveza. Decenas, cientos, miles, de mujeres y hombres desesperados por un six, que han caído en pánico por las ventas aisladas del preciado líquido y la voraz dentadura de los especuladores de precios, y que, sin temor a equivocarme, significan un mercado de riesgo. Hoy, una reunión con “chelas” es un festín dorado de privilegio que, como en el Chicago de Al Capone, el alcohol cobró un mayor valor por su prohibición y su demanda clandestina.
Un último factor está en las omisiones de Pemex en el cuidado de trabajadores de plataformas y zonas de trabajo en tierra que aglomeran por muchos días a personas; son un cuarto factor, porque procedentes de muchas zonas del país, los plataformeros están arribando a sus sitios, incluso evadiendo los filtros para evitar ser detectados… y llegan a la fiesta.
Parafraseando a mi adorado Ronnie James Dio que ayer cumplió 10 años de muerto, “todos los tontos se venden lejos”-
Agarrémonos.